Este sábado, en la arena del hotel MGM de la ciudad de Las Vegas, Nevada, el filipino Manny Pacquiao y el estadounidense Timothy Bradley cruzarán guantes. En una nueva pelea millonaria y de alto atractivo, ambos pugilistas se disputarán el campeonato welter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
Pacquiao es el dueño de esa corona que marca 147 libras o 67 kilogramos.
¿De quién será el reto? ¿Quién tendrá la presión? ¿En verdad, como han especulado observadores del boxeo de paga, ¿Pacquiao está en baja?
Las citadas y otras preguntas serán respondidas por los puños de los estelares peleadores. Pacquiao, sindicado como el boxeador “de más lauros” en la última década (ha sido monarca del mundo en ocho divisiones), es quien debe poner el “orden” en el cuadrilátero.
Y echar por el piso todo tipo de especulación… y, además, demostrar que lo que ha dicho José Sulaimán, legendario presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), “no tiene ningún viso de verdad”.
Los analistas se refieren a la afirmación de Sulaimán quien reveló que “Pacquiao ya no es el de antes, pues en los últimos meses ha llevado una vida desordenada y como que le está perdiendo amor al boxeo”.
Sin embargo, lo afirmado por el viejo o zorro del boxeo rentable no ha encontrado eco, en positivo, en círculos de expertos. Rebaten al presidente del CMB al precisar que “Pacquiao, cuando enfrente a Bradley, demostrará que sigue siendo un boxeador de primera fila… y le va aganar a Bradley sin mayores inconvenientes”.
Michael Koncz, consejero del púgil filipino, se unió al “coro” de analistas que dicen que Pacquiao es un atleta disciplinado, serio en su trabajo y que no es un bebedor de alcohol, como también afirmó Sulaimán.
Según una publicación de Notifight.com, Koncz declaró “no hay manera posible de que Pacquiao ande en malos pasos y que tuviese fiebre ya que hizo doce asaltos de guanteo el sábado con tres compañeros de guanteo distintos y lució muy bien”.
Presiones tanto de un lado como del otro
La presión de la pelea la tendrá Bradley quien pese a ser un fino boxeador, nunca ha tenido como enemigo a un rival de la singular calidad de Pacquiao. Los expertos vaticinan que desde el primer campanazo, Pacquiao presionará a Bradley y buscará el combate cuerpo a cuerpo y evitar que su rival pueda manejar su técnica. Si hay nocaut será a favor de Pacquiao… ¡pero también si el combate llega a los 12 asaltos, el filipino será el ganador!
