Para nadie fue una sorpresa ver a la “Princesa del Pop” y disfrutar su presencia haciendo “playback”. Desde que comenzó su gira mundial “Famme Fatale”, la nota discordante en la prensa internacional ha sido criticar que Britney Spears no canta, que deja que sus canciones suenen mientras baila.Y no deja de ser cuestarriba digerir un exitoso cancionero de una estrella de su estirpe en un estadio, como si el público pidiera que le coloquen en una vitrola gigante los temas más contagiosos de esta ídolo de 30 años y contemplarla en carne y hueso como si una utopía se hiciera realidad.
Pero aún haciendo mímicas, perdiendo el ritmo de sus labios detrás de una canción, la propuesta de esta luminaria no deja de ser un impresionante espectáculo. “Famme Fatale” es una lujosa descarga visual, entretenida de principio a fin, enérgica y capaz de llevar a la locura a su fanaticada, como acaba de suceder por primera vez, en suelo dominicano, en el Estadio Olímpico Félix Sánchez.
La descarga musical es intensa, admirable, la variedad de elementos visuales logra la euforia de la multitud entre las luces de neón, los rayos láser, el humo frío, los fuegos artificiales, las lluvias de papel, las tres pantallas gigantes y un cuerpo de bailarines que no pudieron ser mejores en el escenario.
Los constantes cambios de escenografía perfecta le dan un giro de 360 grados a cada acto, es un ambiente vibrante, espectacular que mantiene espectante al más exigente entre el público.
Una camaleónica en escena
Ante todo es derroche de luces, rayos láser y toneladas de armamento escénico, “La Princesa del Pop” mundial cautivó a las más de 11 mil personas que disfrutaron desde que salió al escenario a las 9:05 de la noche vestida con un body color plata. Desde entonces, todo fue algarabía, los coros se escuchaban más desde las lejanas gradas que opacaban el ánimo de unos fanáticos más conservadores -en su gran mayoría jóvenes- de terreno y de las diferentes secciones del VIP.
En su más de una docena de cambios de vestuarios, hizo de reina en un trono, se encerrró en una jaula, se subió en un columpio, fue una reina egipcia, Marilyn Monroe y fue su propio personaje, Britney, ese que refleja en su cuerpo las consecuencias de un pasado tormentoso y de excesos.
Frases de Spears como “Te amo República Dominicana” eran tan efectivas para lograr la algarabía de la multitud al igual que éxitos como “Hold it Against me”, “I wanna Go” y ‘Trouble for Me’, de su séptimo disco de estudio, Femme Fatale, que da título a su gira, la que esta noche anclará en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot.
