La Duarte con París lucía ayer como de costumbre. Allí estaban las mismas mesas cubiertas con lonas, abarrotadas con tomates, berenjenas y las más variadas frutas y verduras.En medio de las aceras y en plena calle, los puestos improvisados con productos tan dispares como ropas, bultos, mochilas, chicharrones con casabe hasta candados y botellas para hacer hechicería eran ofertadas por los buhoneros de manera normal.
El entorno mantenía su caótico ritmo un día después del desalojo llevado a cabo por el Ayuntamiento del Distrito Nacional.
Los venduteros hicieron caso omiso a las autoridades municipales que buscaban adecentar el populoso enclave comercial.
Francis Díaz, uno de los cientos de buhoneros que colman las calles y aceras, llegó a la Duarte con apenas ocho años para ayudar a su padre con la venta de vegetales. Hoy, a sus 25 años, ha seguido los mismos pasos de su progenitor y con su pequeño puesto afirma que sostiene a su familia.
Dice que no ha sido censado como muchos de los buhoneros y que el temor de desalojo le asalta constantemente. “Imagínese, uno está aquí sin rumbo, cualquier día quitan a uno de aquí”.
Afirma que las ventas bajarían en caso de ser trasladados a la famosa Plaza del Buhonero, porque los compradores no llegarían hasta allá para adquirir los productos que allí se ofertan. “Aquí en la Duarte es que hay vida, esa plaza sólo sería buena para los que venden ropa, no para nosotros”.
Mientras que José Rodríguez dijo que durante la campaña incluso se formó un movimiento de “Buhoneros con Danilo” que prometió reubicarlos de ganar la presidencia el partido oficialista.
Una iglesia en la acera
Las aceras son cualquier cosa menos paso para peatones. Hasta se usan como iglesia con todo y su feligresía. Allí el pastor de un ministerio anuncia con altoparlantes a los transeúntes la llegada de Jesucristo y exhorta al arrepentimiento.
Al encabezar los desalojos, el vocero del cabildo, José Miguel Carrión, afirmó que la acción forma parte de un plan para desarrabalizar la zona y reglamentar las ventas callejeras.
