Santiago. La inauguración de la segunda etapa de la plaza del buhonero Lorenzo Vargas construida por la Alcaldía de Santiago con una inversión de 200 millones de pesos no ha dejado conforme a una parte de los vendedores que aún siguen mojándose cada vez que llueve.
Al inicio de los trabajos, el alcalde Gilberto Serulle informó que la inversión sería de solo 45 millones de pesos, pero ahora la obra se elevó en un 343 por ciento.
El centro comercial entregado el pasado martes por las autoridades municipales cuenta con 250 módulos adicionales a los 200 ya existentes. Aunque originalmente, la plaza fue concebida para reubicar a unos 200 comerciantes informales que realizaban sus labores en las calles céntricas de la ciudad, fue aumentada a 250.
Sin embargo, los buhoneros alojados en el espacio cerrado de la calle General Cabrera esperan sean concluidos los detalles que aún faltan.
“Aquí llueve adentro y escampa afuera. El ayuntamiento está como el gobierno que inaugura obras sin terminar”, expresó el vendedor Liborio Caraballo.
Y es que para Caraballo además de los problemas dejados, la plaza representa un inconveniente para las ventas que ha visto reducir de forma significativa, debido a que permanecen cerrados. Una gran parte de las mercancías colocadas se mojan debido a que el agua de los caños va aparar a donde están ubicados los módulos.
Pese a que fue inaugurado el martes, todavía empleados del cabildo corrige detalles en el segundo nivel de la plaza en honor a El Sombrerero como era conocido el dirigente sindical Lorenzo Vargas.
El alcalde Gilberto Serulle dice que la obra, que resalta por su modernidad arquitectónica y vistosidad, es considerada como una de las más importantes de la actual gestión edilicia que encabeza.
La plaza está ubicada en el entorno del antiguo Mercado Modelo, localizado entre las calles Del Sol, España y General Cabrera.
Los módulos fueron entregados a los comerciantes a través de préstamos concertados con una entidad bancaria privada.
“Con esa infraestructura, el Ayuntamiento rescata uno de los espacios que por años estuvo arrabalizado en el Centro Histórico de la ciudad», indica Serulle mediante nota de prensa.
Las autoridades del cabildo también reubicaron algunos comerciantes haitianos que por muchos años tenían ocupados algunas de las calles del centro histórico.
