Bullumba Landestoy: la música por dentro y por fuera (3 de 3)

Manuel Sánchez Acosta, nuestro inolvidable amigo, hizo unas variaciones complicadísimas sobre el ‘Juan Gomero’.l ¿Tú las oíste?l Manuel las llevó una noche a casa y mi hermano Tito pudo descifrarlas. Sucede que, después…

Manuel Sánchez Acosta, nuestro inolvidable amigo, hizo unas variaciones complicadísimas sobre el ‘Juan Gomero’.

l ¿Tú las oíste?
l Manuel las llevó una noche a casa y mi hermano Tito pudo descifrarlas. Sucede que, después de escritas, Manuel no podía tocarlas con fluidez, dadas las complicaciones técnicas de esta obra. Mi hermano, quien lee muy bien a primera vista, interpretó las cinco variaciones sobre el ‘Juan Gomero’. Son unas progresiones rítmicas de efectos estéticos alucinantes, poco menos que salvajes, cargadas de síncopas y con acentos distintos para la mano derecha y la mano izquierda. Manuel era dueño de una imaginación espléndida, además de una percepción métrica interior, de un ‘duende’ rítmico que, por supuesto, ningún otro compositor dominicano jamás ha conocido. Por otra parte, Bullumba, ¿Qué piensas del futuro de la música dominicana? ¿Cómo miras la realidad nuestra en el presente?
l La veo con cierta tristeza, la veo pobre, la veo ausente de material. No existen los compositores de aquella época cuando estaban Luis Mena, Luis Rivera, Loló Cerón, Julio Alberto, Ninón Lapeiretta. Eran compositores de verdad. Enrique de Marchena, que era un gran compositor.
l El maestro Ravelo…
l Sí, señor. Había una floración, podríamos decir, de compositores y que se producía música. Hoy día ¿a quién tenemos? No, dime tú porque necesitamos sacar no a Bullumba solo, tiene que haber más compositores, porque está en juego nuestra música, nuestra cultura.
l Antes que la cultura y que la música, está en peligro lo que somos, nuestra identidad…
l Exactamente. Te voy a contar esto. Una vez hubo un disgusto en Nueva York entre un grupo de dominicanos y un colombiano porque los colombianos, en una salida que tuvieron de conversación, dijeron “ustedes los dominicanos lo que son es unos merengueros”, y a los dominicanos no les gustó. Y de ahí se fundó en Nueva York la Sociedad de Artistas Clásicos Dominicanos, por ese comentario.
¿Tú no has oído… no llegaste a conocer a Caridad Brens? Caridad Brens era una pianista dominicana que llevaba muchos años allá…
l ¿Familia de Bienvenido Brens?
l Era prima. Bueno, Caridad Brens se disgustó de una forma que me citó a mí, a Juan Cuevas, a un grupo de dominicanos y formamos la Sociedad, porque le dolió tanto cuando oyeron que “ustedes los dominicanos son unos merengueros”, le dolió, ¿sabes? Porque no es verdad, aquí teníamos en esa época música culta, estaba el maestro Ravelo, Luis Mena, Cerón.
l Pero además de la música culta, aquí se hizo también una música popular de mucha dignidad. Salvador Sturla, Moisés Zouain y Juan Lockward escribieron melodías y canciones de gran belleza. También Manuel Sánchez Acosta y Rafael Solano compusieron obras imperecederas.
l Y últimamente Manuel Troncoso.
l Claro, Manuel. O sea, nosotros tenemos un acervo musical que, por desgracia, se ha ido empobreciendo y extinguiendo. En este momento uno pensaría que la única figura con aportes dignos de mención es Juan Luis Guerra. Basado en los antecedentes y en los trabajos del gran Luis Díaz, Juan Luis ha tomado el sendero de revalidar nuestras esencias. Tiene él una hermosísima composición, quizá la más trascendente de toda su obra, llamada ‘Amor de conuco’. Una viñeta de intenso lirismo que trae a escena el cándido coloquio amoroso de una pareja campesina. Formulada en calmoso ritmo de merengue viejo, el tratamiento melódico y armónico del ‘Amor de conuco’ redondea el concepto de una obra digna de la más rigurosa antología de música en idioma español. Aquello es verdaderamente un recuadro de criollismo de buen gusto, de elevada factura literaria y musical. Pero esas cosas ya no se repiten, son ‘rara avis’…
l Sí, son escasas.
l La pregunta que te hice hace un rato estaba orientada a resaltar la labor de unos jóvenes que he visto en YouTube (el grupo ‘Música Nostra’) interpretando música tuya, de Ramón Díaz, de Julio Alberto… Ellos tratan de exaltar el valor de las cosas que tenemos, de aquello que podemos exhibir. Al mismo tiempo, percibo en ese grupo un esfuerzo por plasmar visiones nuevas, conceptos de auténtico valor.
l Bien hecho. Creo que están en una línea acertada de llevar a cabo una labor que es necesaria. Hoy no es cuestión de gusto, es necesario para la cultura nuestra.
l Y para preservar la identidad. Sin una identidad fuerte, la nacionalidad puede desaparecer como agua entre los dedos. Habría que pensar, así, que la labor realizada por esos jóvenes es realmente estimable, acentuadamente valiosa. Y creo que gente como tú, Bullumba, podría apoyar y reforzar ese empeño. Están tocando tu música, yo creo que nunca estaría de más un estímulo a estos jóvenes para que sigan haciendo las cosas que van bien.
l Yo estuve hablando con la pianista del trío nuevo ‘Sonare’, que tú no lo has oído, ellas debutaron ahí, muy buenas.
l Me hablaste de tres chicas.
l Pianista muy buena, clarinetista muy buena, flautista muy buena.
l ¿Dominicanas?
l Sí, dominicanas. Tocaron el ‘Vals de Santo Domingo’, tocaron tres piezas mías. Ellas, me dijo la pianista, están por levantar la música, entonces me dijo “bueno, Bullumba, tú debes seguir componiendo algunas cosas nuevas”. Le dije “yo tengo ideas pero necesito ambientarme, tener aunque sea un cuartito con un piano y una tranquilidad”; porque ahora estoy alojado en una pensión donde vivo como uno más. Entonces yo no tengo piano, y mientras esté así no puedo componer, ¿te das cuenta? Pero yo aún tengo inspiración.
l Lo primero que debemos hacer, con urgencia, es conseguirte un piano. La segunda parte sería promover un concierto, traer a Martin Soderberg, poner a tocar al grupo de las niñas que interpretan tu música, al grupo de ‘Música Nostra’ y buscar tres o cuatro instrumentistas más. Que toque cada uno dos canciones, una canción. Por ejemplo, Rubén González, el cubano profesor de guitarra que admira tu música. Es decir, dar una muestra de que hay gente interesada en hacer esas tareas apreciables.
l Exactamente. No en lo mío, sino en lo que yo hago, que es dominicano y que es parte de un proyecto que puede ser muy valioso para nuestra cultura, para nuestro futuro musical.
l Y para nuestras raíces. Porque en este momento probablemente tú seas una de las más hondas raíces que tiene la música dominicana.
l Sí, porque soy un viejito ya.
l No es así: las raíces valen, no por viejas, sino por cuanto han profundizado y lo que significan en el sostenimiento de ese árbol grande que es nuestro pueblo.
l Sí, porque ¿tú sabes una cosa? Fíjate, mientras mucha gente se ocupaba de buscar las canciones populares, yo me fajaba con la música culta, a escribir, me rompía la cabeza tratando de componer cosas para piano, pero las cosas para piano se pueden llevar a la orquesta. Mira lo que me dijo José Antonio Molina, que el año que viene él va a instrumentar para la orquesta sinfónica el ‘Vals de Santo Domingo’; que un arreglo de él sería una maravilla, tú sabes que él arregla muy bien.
l Sí, y maneja muy bien la gran orquesta. José Antonio me dijo que su padre, Papa Molina, un gran músico también, trompetista y estupendo arreglista, lo enseñó a emplear y a colocar los metales dentro de la partitura orquestal. Porque los arreglos que hacía Papa, sus combinaciones con trompetas y trombones, eran formidables.
l Y José Antonio estudió en el Manhattan College. Yo me acuerdo que lo iba a ver allá. Bueno, tú sabes, vamos a ver cómo se desenvuelven las cosas, porque ya te voy a ser franco, cuando tú cumples 90 años de edad ya tú no eres lo mismo por más que quieras serlo.
l Decía Pablo Picasso que hay que ser joven hasta el final: hasta el último día, hasta el último aliento…
l No es mala idea, y el deseo siempre va a existir pero la realidad se impone.
__________________________________
(Este fue un coloquio con Bullumba Landestoy, cuando atardecía el pasado 28 de junio en la mágica sala del Mesón de Bari. Fruto de dicho encuentro es la comisión que ahora organiza un gran concierto con la música instrumental de este incomparable maestro. En el recital intervendrán ejecutantes individuales de piano y guitarra, además de grupos musicales fraternos con la obra de Bullumba. Los preparativos del espectáculo apuntan hacia una fecha dentro del primer trimestre del próximo año. A modo de anticipo, les facilito a los leedores de esta página la dirección de un video en el que el pianista Martin Soderberg interpreta, con gran brillo, tres temas de Bullumba: ‘Romántico’, el ‘Vals de Santo Domingo’ y ‘Danza Loca’).

https://www.youtube.com/watch?v=PDsEB3-y6MU

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas