“La India progresa de noche mientras la burocracia duerme”. No recuerdo donde leí esa boutade, pero es la idea que muchos tienen de la morosidad en las oficinas de administración de los servicios públicos. Todos sabemos del crecimiento espectacular de los últimos años de aquel país; parece que con la burocracia “despierta y activa” la India se estanca.
Obviamente, la somnolencia de la burocracia India no es la única razón para explicar el avance de los últimos años de aquel país; pero no es ocioso tomar nota del tema.
En nuestro país, por ejemplo, el 28 de agosto de este año, el Consejo Nacional de la Seguridad Social –CNSS, emitió la resolución 350, mediante la cual establece un régimen de excepción para la devolución de los aportes del seguro de Vejez, Discapacidad y Sobrevivencia por ingreso tardío, mediante el cual los afiliados podrán acogerse a la pensión por vejez resultante o solicitar la devolución de los saldos acumulados. (He tomado el resumen de una carta de una de las Administradoras de Fondos de Pensiones, AFP).
Esa Resolución dice que lo dispuesto en ella es de “aplicación inmediata”; sin embargo, han pasado más de 30 días desde su emisión y no se ha aplicado. Es una invitación a revisar la semántica para ver qué quiere decir “de aplicación inmediata”.
Hay dos oportunidades que la burocracia aprovechó para no hacer: Uno, que la Superintendencia de Pensiones –Sipen, debe hacer un instructivo o proceso para cumplir lo dispuesto por el CNSS en esa resolución; y otro bache más que no se esperaba, ¡que cambiaran al titular de la Sipen!
Luego de la disposición, la Superintendencia de Pensiones emitió un aviso dando 10 días para que aquellos que tuvieran interés en el tema de esta resolución enviaran su parecer y recomendaciones; esos días, también ya han pasado largamente. ¿Qué ha ocurrido? “La poca voluntad quita las ganas de rezar”; imagino que la Sipen está masticando cada paso.
Por otro lado, ciertamente, luego de la emisión de la resolución que vengo comentando, fue designado un nuevo titular de la Sipen y, en nuestra Administración Pública, es habitual que en caso de sustitución de un titular, ello es motivo de paralización de las tareas y compromisos en curso; es lo que provoca preguntar, ¿en dónde está la continuidad de los actos del Estado? ¿Dónde la institucionalidad?
Es vox populi que algunos intereses se oponen a la entrega de estos recursos a los afiliados de ingreso tardío, personas de avanzada edad, lo que constituye un atentado contra la salud de los mismos. Otros, subrepticiamente, se oponen alegando que la suma a entregar es alta, sin embargo, vale recordar que esos fondos los depositaron esos afiliados y que son de su propiedad, y también, que respecto de los fondos totales acumulados, la cantidad a entregar es como sacarle un balde de agua al mar.
Por demás, y el Gobierno debería tomar nota, la no devolución es un golpe más a la clase media, porque como es sabido por todos, los principales cotizantes de este sistema, por no decir todos y de manera obligatoria, son empleados privados y públicos.
