El presidente Hipólito Mejía y Danilo Medina se tiraron las cajas y los cajones durante el pasado fin de semana, en una confrontación verbal a distancia que vislumbra cómo será el curso de la campaña hacia las elecciones presidenciales fijadas para el próximo 20 de mayo.
Con su repentismo que ya es natural, Hipólito le sacó en cara a Medina que él sería más de lo mismo y le enrostró cargar sobre sí con los errores de cuya comisión se señala a la presente administración. Medina, en cambio, lo menos que le dijo a su oponente fue descerebrado y lo descalificó para gobernar recordando al país la situación que se llegó a vivir durante el período 2000-2004.
Es verdad que en campaña los candidatos se tiran al cuello, pero la sociedad no quiere confrontación cherchosa, vacía de propuestas. La gente quiere que sus líderes planteen soluciones a los problemas que sentimos todos. Y la chabacanería, que la dejen para después los candidatos…
Apoyo del Príncipe
Para los que insisten todavía, no sé con cuáles intenciones, en promover la premisa de que el presidente Leonel Fernández no respalda del todo la candidatura presidencial de Danilo Medina, ahí tienen el reinicio de los diálogos populares, comenzando por el de ayer tarde en Gualey, y la orden del Ejecutivo al director de la CAASD dejando sin efecto el alza en la tarifa por el consumo de agua.
Estas son solamente dos aristas de la cadena de acciones mediante las cuales El Príncipe dará respaldo al Titán de Bronce, según me han dicho. Esperemos…
Run run
El run run que pone sobre el tapete la posibilidad de que se puedan producir algunos cambios de funcionarios para la semana que viene, está siendo alimentado, como siempre, por muchos de los mismos interesados en que sus nombres sean incluidos en los decretos que creen se producirán para el día 16 venidero.
Y, buscando cajas de resonancia, hay quienes hacen llegar a ciertas estructuras mediáticas con muchas ramificaciones, los tan cuchicheados rumores de los supuestos cambios. Donde no hay dudas de que habrá un designado será al frente del Ministerio de Trabajo, de donde renunció Max Puig para hacer campaña por la Presidencia. Lo demás, me aseguran, es puro bla, bla, bla…
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