Cuando la Iglesia clamaba en enero por una campaña “sin discursos agresivos”, todavía el presente proceso electoral parecía uno de los más tranquilos.En los últimos tres días, la lucha ha dado un giro favorable a las acusaciones, contraacusaciones, avisos de sometimientos judiciales y alusiones personales, con los medios de comunicación como el más socorrido campo de batalla.
Ayer, en un programa de la Z-101, el jurista Vinicio Castillo Semán acusó al economista Félix Calvo de concebir, junto al candidato presidencial perredeísta, Hipólito Mejía, la campaña que señala a la primera dama, Margarita Cedeño, como titular de una cuenta millonaria en euros en el extranjero. Calvo, propietario del portal 7 Días y exfuncionario perredeísta, negó la acusación. Pero lo peor es que él y Castillo Semán, aliado del PLD, terminaron intercambiando insultos alusivos a la conducta en la intimidad.
El jueves, con la denuncia que hiciera el comunicador santiaguero Marcos Martínez, sobre la alegada cuenta de la cantidata vicepresidencial oficialista, se tornó visceral el enfrentamiento entre el PLD y el PRD. El Comité Político “rechaza de manera tajante esta campaña que tiene montada el PPH, porque esa campaña no termina ahí. Es todo un plan que han orquestado, tratando de desacreditar figuras del PLD”, declaraba ayer Francisco Javier García, coordinador de campaña del PLD.
Los conflictos habían empezado con los allanamientos a las propiedades del comentarista Guillermo Gómez, vinculado a una investigación por presunta intervención de los correos electrónicos de la Primera Dama y otras personalidades, y las previas publicaciones en el portal Siglo 21 -propiedad de Gómez- sobre supuesta corrupción administrativa. En este ambiente, poco espacio ha quedado para la promoción de los candidatos y mucho menos para las propuestas que demandaba la Iglesia.
