Decenas de extrabajadores cañeros, que por cinco días se mantuvieron en vigilia frente al Palacio Nacional demandando más pensiones, se retiraron ayer temporalmente de su lucha bajo algunas promesas.Según Jesús Núñez, presidente de la Unión de Trabajadores Cañeros de Bateyes, las autoridades gubernamentales les prometieron iniciar los trámites para otorgar su pensión a una parte de los 7,800 braceros que faltan.
Sin embargo, los cañeros, ya ancianos, algunos ciegos, con enfermedades terminales y otros mutilados por las máquinas de los ingenios, afirman que no quieren teorías ni más promesas, sino hechos.
“Nosotros no queremos que digan eso, es teoría, queremos prácticas, queremos intercambiar documentaciones con la Dirección de Pensiones del Seguro Social y que ellos las validen y las envíen al Poder Ejecutivo”, precisó Núñez. Hasta ahora han sido pensionados alrededor de 4,050 trabajadores de los campos de caña. El próximo 29 de abril los reclamantes volverán a su lucha.
