El capitalismo latinoamericano y el nuestro

Wikipedia, define el capitalismo como: “un orden o sistema social y económico que deriva del usufructo de la propiedad privada sobre el capital como herramienta de producción, que se encuentra mayormente constituido por relaciones empresariales…

Wikipedia, define el capitalismo como: “un orden o sistema social y económico que deriva del usufructo de la propiedad privada sobre el capital como herramienta de producción, que se encuentra mayormente constituido por relaciones empresariales vinculadas a las actividades de inversión y obtención de beneficios, así como de relaciones laborales tanto autónomas como asalariadas subordinadas a fines mercantiles.”

Bajo ese esquema social, una vernácula democracia aplatanada y la folklórica política criolla, vive esta sociedad de pedazo de isla, influida por una geopolítica común con matices variados, en el ámbito latinoamericano. Ben Ross Schneider, profesor de Ciencias Políticas del Massachusetts Institute Of Technology (MIT) recién publica su “Capitalismo jerárquico en América Latina. Trabajadores, empresarios y los desafíos del desarrollo con equidad”. Como consecuencia, Alejandro Rebossio, periodista argentino especializado en temas económicos, publica en El País, periódico español con ínfulas de global, del que es corresponsal, un interesante artículo.

Destaca los cuatro factores importantes que diferencian el capitalismo en Latinoamérica: Primero, “la profunda penetración de corporaciones multinacionales haciéndolas la mitad o un tercio de las mayores empresas; segundo: grandes y diversificados conglomerados familiares; tercero: un mercado laboral segmentado: hay mucho cambio de personal, un gran sector informal y altas regulaciones. Cuarto, bajo nivel educativo”.

En referencia a las negatividades indica: “Este modelo de capitalismo hace algunas cosas bien, pero no conduce naturalmente y por su cuenta, a un desarrollo más equitativo y sostenible. Continúa diciendo Ross Schneider: “…el tema más serio es la educación porque no conduce en sí misma hacia un capitalismo de alta tecnología, alta capacitación y altos salarios. Si uno mira los patrones de empleo de las corporaciones multinacionales y nacionales, tienen operaciones de capital intensivo como una mina, donde tienen trabajadores muy capacitados pero en poca cantidad, y después tienen un montón de trabajadores de baja capacitación en procesamiento de alimentos o plantas de ensamblado en México, por ejemplo”.

El periodista de El País pregunta: ¿Qué otras consecuencias negativas tiene el capitalismo jerárquico?, el autor del libro responde: “Hay que pensar en aumentar el suministro de educación: que más personas terminen la secundaria, obtengan carreras técnicas y universitarias. Pero al mismo tiempo hay que pensar qué tipos de empleos el país va a ser capaz de crear: porque si terminan sus carreras y no obtienen trabajo… Entre otras consideraciones expresa: “Este capitalismo no impide que haya sectores económicos fuertes, pero no genera muchos empleos de alta capacitación. Se necesita otro actor externo que empuje hacia actividades de mayor tecnología”. ¡Cuanto parecido con lo nuestro! l

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