Carpe diem, transformar el sistema de salud

Carpe diem es una locución latina que en una de sus acepciones equivale a decir: no aplazar; la expresión fue acuñada por Horacio Flaco, considerado el principal poeta lírico y satírico en lengua latina.

Carpe diem es una locución latina que en una de sus acepciones equivale a decir: no aplazar; la expresión fue acuñada por Horacio Flaco, considerado el principal poeta lírico y satírico en lengua latina.Aunque a veces luzca sutil o imperceptible, el sistema de salud en la República Dominicana ha llegado a un momento y condición tal de su deterioro que coloca en verdadero alto riesgo la salud de las dominicanas y dominicanos, y por lo cual ocurren con una constancia sorprendente muertes prevenibles.

Amartya Sen, el principal experto en Desarrollo Humano en el mundo, dice que aún en los países de gran tradición democrática hay temas cruciales que son atendidos sólo cuando hay catástrofes. Y se entendía que después del 6 de octubre de 2014 cuando se anuncia las muertes de 11 niños y niñas en el hospital Robert Reid Cabral, por elementales causas prevenibles, se iniciaría en la República Dominicana la definitiva transformación del sistema de salud. Más no ha sido así.

Para sorpresa, el país ha dispuesto de muy buenos planes y aún mejores leyes. El Plan Decenal de Salud 2006-2015 fue un inmejorable instrumento de gerencia estatal que nunca fue implementado; y la Ley General de Salud 42-01 y la Ley 87-01 que crea el Sistema Dominicano de Seguridad Social son dos excelentes normativas jurídicas. Se suma a lo anterior decisiones cruciales tomadas por consenso que aun así no se implementan; nos referimos a la resolución 321 del Consejo Nacional de Seguridad Social del 30 de julio de 2013 que declara de URGENCIA la incorporación del Primer Nivel de Atención en el sistema dominicano de salud.

Otros temas cruciales no encuentran camino a su implementación, algunos de larga data, tales como la separación de funciones del Ministerio de Salud, entre los que se destaca un nuevo modelo de financiamiento de los hospitales públicos; que SISALRIL asuma la supervisión y auditoría de los servicios de salud de las PSS; que se cumpla estrictamente con los requisitos de habilitación y se inicie la acreditación de los centros de salud públicos y privados; establecer reales controles en el copago en el Régimen Contributivo que está provocando que muchas familias se abstengan de utilizar los servicios de salud; y que se otorgue plena libertad de elección en el Régimen Subsidiado, que las atenciones médicas no se limiten a los centros públicos de salud.

La salud y junto a ella la vida misma es lo más preciado del ser humano. Ha llegado a ser urgente la transformación del sistema de salud. Carpe diem.

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