Celia Cruz, estrella del Paseo de la Fama del Teatro Apollo

El ¡azúcar! que acompañó a Celia Cruz en los escenarios retumbó en el Teatro Apollo de Nueva York durante un concierto en homenaje a la «reina de la salsa» en que fue exaltada al Paseo de la Fama de las Leyendas de esa legendaria institución…

El ¡azúcar! que acompañó a Celia Cruz en los escenarios retumbó en el Teatro Apollo de Nueva York durante un concierto en homenaje a la «reina de la salsa» en que fue exaltada al Paseo de la Fama de las Leyendas de esa legendaria institución cultural.

Público de todas las edades terminó la noche bailando los irresistibles temas que se convirtieron en éxitos en su voz, y que en la etapa final del espectáculo fueron interpretados por la cubana Lucrecia y el salsero dominicano José Alberto «El canario».

El concierto fue parte de los eventos con los que se conmemora el 80 aniversario de que las puertas de este teatro, ubicado en el corazón de la comunidad afroamericana en Harlem, se abrieran para recibirlos por primera vez, dos años después de que fuera comprado en 1932 por el empresario Sidney Cohen.

Cita Rodríguez -hija del fenecido integrante de las Estrellas de Fania Pete «El conde» Rodríguez- Anissa Gathers, que dio vida a Celia Cruz en el musical Off Broadway que se realizó sobre su vida, Lucrecia y José Alberto «El canario» presentaron un extraordinario concierto, que dejó al público con ganas de más, en el que se hizo un recorrido por cuatro etapas de la carrera de la «reina»: con la Sonora Matancera en Cuba, con Tito Puente, con las Estrellas de Fania y en solitario.

El espectáculo a casa llena se hizo en un año en que además se conmemora el 50 aniversario de que Celia Cruz debutara en el Apollo, año de 1964 en que compartió el escenario con los músicos, el cubano Machito y Joe Cuba, de origen puertorriqueño.

Previo al inicio del concierto se realizó la ceremonia tras la que «la Guarachera de Cuba» se unió a otras estrellas de la comunidad afroamericana que ya forman parte del Paseo de la Fama de las Leyendas del Apollo, convirtiéndose así en la primera latina con dicho reconocimiento.

Elia Knight, hija del fenecido músico Pedro Knight, esposo de Celia, y Omer Pardillo, ejecutor del patrimonio de la cantante, que falleció al perder su batalla contra el cáncer en 2003, aceptaron el reconocimiento del Apollo.

La cantante neoyorquina Amma McKen, sacerdotisa Yemayá, acompañada por tambores Batá fue la encargada de abrir el espectáculo con temas de la religión Yoruba para cubrir así la primera parte de la carrera de Cruz con la Sonora Matancera en que grabó unos tres discos de temas yorubas.

La participación luego de Cita Rodríguez, quien dijo ser «bendecida» por haber sido invitada a ser parte de esta noche, con «El yerbero», «La sopa» y «Cúcala»,  dejó al público «encendido», algunos de los cuales ya se habían levantado a bailar, tras lo cual le tocó el turno al «Canario», que compartió durante 17 años los escenarios con Celia Cruz, a quien llama «mi negra».

El salsero dominicano llegó al escenario con su habitual simpatía para rendir tributo a la vida y legado de la ya legendaria cantante con «Toro Mataí» y «Usted abusó».

«En la década de 1970 vi aquí a James Brown y nunca imaginé que estaría cantando en el mismo escenario», señaló el intérprete que también fue el director musical.

Anissa Gathers, puertorriqueña de madre dominicana, fue una de las más aplaudidas y vitoreadas ya que con su tono de voz parecido al de Cruz y su magistral interpretación de «La dicha mía» y «Bemba colorá» se ganó de inmediato al público.

Gathers impresionó al presentarse en el papel de Celia como hizo en el musical, obteniendo como respuesta que los admiradores de la artista se pusieran de pie con un prolongado aplauso.

«Me van a hacer llorar», dijo la intérprete.   Lucrecia conquistó de inmediato a los asistentes con su simpatía y maravillosa voz, y también fue vitoreada por su «Canto a La Habana», «Yo viviré», de la que dijo «es un himno, su himno para toda la vida» y «La negra tiene tumbao».

«Guantanamera» y «La vida es un carnaval» con todos los artistas en el escenario y el público bailando en todas partes pusieron fin a una gran noche en el Teatro Apollo, en el corazón de Harlem, que no terminó sin antes llevar al escenario al «árbol de la esperanza».

Esta es una antigua tradición del Apollo que mantiene el tronco de un árbol -que antes estuvo sembrado frente al teatro- y al que los artistas tocan para la buena suerte.

El Teatro Apollo fue declarado en 1983 monumento histórico de la Gran Manzana e icono de la cultura de EE.UU.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas