Santiago. Varios centros de salud estatales operan a baja capacidad o permanecen cerrados, mientras otras obras, como proyectos habitacionales, permanecen aún desocupadas.El subcentro de salud Luisa Betances, del distrito municipal de Pedro García, aún no atiende con normalidad a la población debido a la falta de personal y equipos. Pese a que fue inaugurado en el mes de abril del año 2010 a un costo de 60 millones de pesos, solo cuatro médicos ofrecen consultas diariamente y pocos pacientes acuden a buscar estos servicios. En una ocasión el subcentro comenzó a ser desmantelado, hecho que fue impedido por la población. La situación es tan grave que dejaron de ofrecer los servicios en horas de la noche y los fines de semana, según refieren los representantes de juntas de vecinos. “Esto se ha descalabrado, yo no sé para qué inauguran algo, si no lo van a equipar”, refiere Cristina García, residente en Pedro García.
Falta equipamiento
A la comunidad le han informado que para equipar totalmente el subcentro se hace necesario que acudan mil pacientes, cuando apenas atienden a 15 y 20 personas por día. Los residentes temen que las autoridades puedan cerrar el centro definitivamente. Una situación similar ha sucedido con los hospitales de los distritos municipales de Baitoa y Hato del Yaque, pues al cumplirse hoy dos meses de haber sido inaugurados por el presidente Leonel Fernández, ambos aún no han sido equipados.
El pasado día ocho de junio, el presidente Leonel Fernández dejó inaugurado estos dos centros de salud con una inversión de RD$165 millones. Durante el acto se informó que proyectaban brindar servicio a una población de 50 mil habitantes, pero aún sus residentes esperan que se cumpla con esa promesa, más cuando se ven obligados a trasladar sus enfermos a otros hospitales.
Inaugurados, pero aún deshabitados
Una situación similar a la de los hospitales sucede con proyectos habitacionales como el Villa Progreso en La Vega, cuyos apartamentos aún no han sido ocupados por sus beneficiarios, pese a los actos oficiales en que el mandatario hace entrega de los inmuebles y se entregan llaves simbólicas a representantes de los desplazados, entre ellos afectados por tormentas.
