La chispa de la vida

Es un drama social que es como un espejo de clase media asalariada. Un conjunto de episodios construye la historia perínclita de amargues y torpezas de la sociedad de mercado.

Es un drama social que es como un espejo de clase media asalariada. Un conjunto de episodios construye la historia perínclita de amargues y torpezas de la sociedad de mercado. Pero el filme en sí no es angustioso, más bien  nos lleva a una empatía en una solución de la historia que invita a la indocilidad con respecto al status quo denigrante de la condición humana en que hemos nacido, nos criamos y desfallecemos no una vez en la vida, sino varias veces en la agonía.

La crítica social, el humor satírico, se nos entrega como premio con actuaciones empáticas y con una música estupenda sin la cual no sería posible el ritmo que lleva.  Desde la primera escena nos damos cuenta en el encerramiento de esa secuencia qué es lo que viene, con apenas captar gestos muy simples pero puntuales de los personajes. En los primeros 15 minutos ya sabemos que el protagonista es el creador del slogan “la chispa de la vida” para una gaseosa y que rindió y rinde riquezas para quien le pagaba.

El arco dramático está cargado de absurdos, cual absurda es la vida social de la sociedad de la información. La narrativa consigue marcar distancia entre obra cinematográfica y tragedia. Se vale de todos los elementos usados en los Realiys shows de la tv en un tono caricatural, para mostrar la miseria del conglomerado social. Y, simbólicamente, todo ocurre en una larga secuencia teniendo como escenario un teatro al estilo romano (como el de Altos de Chavón).  Ya Billy Wilder trató el tema del lucro con la fatalidad en el filme “El gran carnaval”, 1951. Sin embargo, en este hay mayor problematización, pues el de Wilder refleja a la sociedad del modernismo, en tanto que este lo hace con la sociedad del pos modernismo.  En ese sentido, el filme nos restriega en la cara que ya tocamos el fondo de nuestras miserias y demandamos sangre sobre sangre para saciar nuestra sed al estilo de Nosferatu.
 
HHHH Dirección: Alex de La Iglesia  Guión: Randy Feldman. Elenco protagónico:  José Mota, Salma Hayek, Carolina Bang, Blanca Portillo, Juan Luis Galiardo y Fernando Tejero Género: Tragicomedia. País: España  Duración: 98 minutos

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