Participando en el programa Careo que cada sábado comparto con Osvaldo y Omar Santana, cuestioné lo que pasa en el mercado de los combustibles y las constantes alzas que se producen en estos, derivado en altos gastos para los que, de un modo u otro, usan vehículos que consumen gasolina, gasoil o gas propano. Comentaba la tendencia alcista de los carburantes y los beneficios que a través de los impuestos percibe el Estado mediante la ley que regula ese sector.
Los comentarios parece que llegaron a personas vinculadas con el tema que me indicaban que además de esta situación económica que irrita a la población, hay un conflicto que hasta ahora se mantiene en bajo perfil que puede agregar cierta incertidumbre a los consumidores de combustibles y hasta a la paz social del país. Parece que los choferes que transportan el carburante hacia todos los destinos del país están reclamando aumento de sus ingresos, para lo cual tienen todo su derecho, pero pretenden hacerlo mediante acciones de protestas con consecuencias que podrían ser lamentables.
Según se deriva de reuniones y misivas cruzadas entre los propietarios de empresas distribuidoras de combustibles, las autoridades de industria y comercio y el sindicato que agrupo a estos choferes, el país podría verse envuelto en serias dificultades producto de un boicot masivo en la línea de distribución de este importante servicio. Aunque los dueños de las marcas distribuidoras de combustibles se mantienen dispuestos a negociar una salida consensuada sobre los beneficios a obtener por los miembros del sindicato, entre estos persiste la idea del paro y el boicot, lo que debía generar la intervención de las autoridades.
Todos sabemos lo que significa una huelga de este tipo en la que no sólo se detendría la venta de los combustibles, sino el peligro que corre la gente en la calle si esto generara algún tipo de violencia. Se sabe que entre los choferes de vehículos pesados, los que manejan esos tanqueros son los que más dinero ganan, incluso por encima de profesionales con altos niveles de responsabilidad, pero aún así tienen derecho a aspirar a mejoras salariales, pero eso no justifica que pongan en peligro ese servicio, con posibles secuelas negativas contra los ciudadanos y el país. Tengamos esto presente. l
