El tiempo sigue corriendo, avanzando sin parar, como es su “natural” accionar vertiginoso. Y mientras el tiempo no para, pues tampoco se detienen las expectativas en torno a la esperada súper pelea para el próximo sábado entre dos de los grandes exponentes del boxeo moderno: Floyd Mayweather Jr y Saúl -Canelo- Álvarez.
Estos estelares púgiles del boxeo rentable tienen algo en común: No conocen el polvo del fracaso… ambos tienen limpios sus expedientes. El estadounidense, quien ha sido campeón del mundo en cinco divisiones diferentes, presenta un límpido expediente de 44-0 y ha liquidado a 26 rivales antes del límite. Pero por el lado de Canelo Álvarez se observa igual: Canelo Álvarez no conoce el fracaso en 43 peleas de las cuales 42 han sido triunfos con un empate.
El millonario match, que tiene el respaldo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), ha ganado la atención no sólo de la afición de Estados Unidos, sino de casi todo el globo terráqueo.
The One. Así ha sido bautizado el esperado súper combate el cual será cubierto -es lo que me han informado- por más de mil periodistas, ya acreditados.
Ejecutivos de las empresas GoldenBoy Promotions y Showtime llegaron a un acuerdo (de mercadeo y ruidosa promotion) para bautizar como “The One” el pleito Mayweather-Canelo Álvarez en el que estará en disputa el cinturón mediano junior, pero que ninguno de los dos gladiadores está obligado a llegar a la báscula con ese peso.
¿A quién le conviene el peso?
¿A quién le conviene el peso de las 152 libras? Es la pregunta que se hacen los expertos. Yo también me sumo a quienes especulan con la especie. Aunque la reyerta se montará en los medianos juniors, se reitera que ninguno de los dos peleadores está obligado a llegar al pesaje oficial con 154 libras, peso que certifica la categoría.
El combate, bajo el reglamento de las autoridades de la Comisión Atlética del estado de Nevada, se firmó para el peso de las 152 libras. Es decir, un peso convencional.
