En el año 1984 asistí a la celebración de los 25 años de la Cámara Peruana de la Construcción, institución ésta que había contratado al eminente arquitecto japonés, Kenz? Tange para que dictara una serie de charlas referentes a esa celebración.Una de esas charlas fue denominada “Comunicación terrestre”, la cual me llamó poderosamente la atención.
Fundamentalmente expresaba que este tipo de comunicación se basaba en la unión de un destino original a un destino final, por tal motivo dicha vía debía ser proyectada con la mayor agilidad, y por tanto sin los menores obstáculos posibles para así lograr una mayor economía en tiempo y en dinero, y lograr lo que en el ambiente profesional se denomina “una vía rápida”. Siguiendo estos criterios, llegamos a la conclusión de que cuando dicha vía pasase cerca de una urbe de importancia, sin dejar la comunicación en dicha urbe, ésta se hiciese a través de una vía auxiliar lo que llamamos “circunvalación”, y así lograr de mantener la misma importancia en cuanto a velocidad y tiempo de la vía principal o eje central de comunicación.
Un ejemplo notable de lo que he dicho anteriormente, se refiere a la autopista del Coral que es la continuación del Corredor Vial del Este, y la unión con la zona de Bávaro, eliminando el paso por dos importantes ciudades, San Pedro de Macorís y La Romana, con una disminución de tiempo de casi una hora.
Las circunvalaciones en algunos casos son costosas por las infraestructuras que las componen, pero aún así en la economía de costos en combustible sobrepasan en el mediano plazo los costos de las infraestructuras.
La vía del Coral permitirá un recorrido desde Santo Domingo hasta Bávaro en dos horas aproximadamente, además de que permitirá una integración excelente entre Romana-Higüey-Bávaro zona de gran desarrollo turístico, y permitiría, además, una integración con Santo Domingo y su Zona Colonial de amplio desarrollo turístico.
Como ésta podría citar la Circunvalación de Santiago de grandísima importancia para el segundo centro urbano del país.
La autopista del Coral podría colocarse actualmente como una importante vía de desarrollo comercial, turístico y agrícola, que por consiguiente contribuiría ampliamente con el desarrollo de nuestro país de una forma integral y racional.
