Fue Trujillo quien hace 60 años inauguró las instalaciones de la Ciudad Ganadera, al margen de los que sugerían que dicho terreno hubiese sido más provechoso para desarrollar un proyecto de viviendas económicas en beneficio de los más necesitados.
Actualmente la administración de la Ciudad Ganadera la tiene el Patronato Nacional de Ganaderos de acuerdo al decreto No. 210-09, condicionado al cumplimiento de las leyes 344-43 y 471-64, ambas sobre la expropiación y su procedimiento. Este Patronato existe desde 1968 gracias al decreto No. 2204-68 y está conformado por ganaderos, criadores, productores de animales, profesionales técnicos y el director de Ganadería, que es dependiente del Ministerio de Agricultura.
Algunas de las entidades que lo integran y cuyas oficinas se encuentran dentro de la Ciudad Ganadera son el Consejo Nacional para la Reglamentación y Fomento de la Industria Lechera, el Consejo Nacional de Producción Pecuaria, la Asociación Dominicana de Productores de Leche, la Federación Canina Dominicana, entre otras.
Dentro de la Ciudad Ganadera ocurrió la semana pasada una barbarie castigada con prisión por la Ley No. 248-12 de Protección Animal: el envenenamiento de decenas de animales que llevó a la muerte a 21 perros y seis gatos.
No obstante los reclamos de grupos que trabajan con los derechos de los animales, abogados, periodistas y en general una inmensa parte de la sociedad indignada por el hecho, además de las denuncias de algunos empleados del lugar de que esto provino directamente de la Gobernación y que ocurre todos los años previo a la Feria Agropecuaria, el Patronato simplemente ignoró lo ocurrido.
Unos días más tarde y como evidente mecanismo de defensa ante la sorprendente presión mediática, el Patronato ofreció una desacertada rueda de prensa para “lavarse las manos” ante el delito cometido, a pesar de ser la institución que tiene a cargo dirigir el lugar en cuyas instalaciones ocurrió el envenenamiento.
Algunos de los miembros del Patronato han asumido una actitud más responsable como Aproleche, cuyo presidente fue el primero de los representantes de entidades de la Feria en pedir una investigación y aclarar que “el Patronato es el responsable de velar por el buen desempeño y mantenimiento de la Ciudad Ganadera”, pero en general la actitud de la mayoría de sus miembros deja mucho que desear y pone de manifiesto la necesidad urgente de una revisión del marco legal de la Ciudad Ganadera y un cambio de dirección, porque sin dudas esta no va por buen camino.
