La Ciudad de México retirará taxis «escarabajo»

MEXICO (AP) — Los últimos taxis tipo «escarabajo» de Volkswagen serán retirados de servicio para fin de año, anunció el viernes el gobierno de la Ciudad de México, lo cual pone fin a un icono que circuló po

MEXICO (AP) — Los últimos taxis tipo «escarabajo» de Volkswagen serán retirados de servicio para fin de año, anunció el viernes el gobierno de la Ciudad de México, lo cual pone fin a un icono que circuló por las calles capitalinas durante décadas.

Esos vehículos sedán de dos puertas y techo redondeado, conocidos en México como «vochos», se convirtieron en una especie de emblema informal de la ciudad al reflejar el carácter complicado de la vida urbana y el tráfico caótico en la urbe más poblada del país.

En su momento de auge en 2006, los «vochos» representaban casi la mitad de todos los 50.000 taxis que se desplazaban por las calles de la metrópoli. En la actualidad sólo quedan unos 3.500 «escarabajo» entre los 130.000 taxis en la ciudad, donde viven unos 20 millones de personas.

Los permisos para operar como taxi asignados a los últimos «vochos» expirarán al concluir 2012, dijo Víctor Ramírez, director del Servicio de Transporte Público Individual de Pasajeros.

El sedán, que surgió en la época de la Segunda Guerra Mundial, dejó de fabricarse en 2003. El último salió de una línea de ensamble en el estado mexicano de Puebla.

Por razones de seguridad, en ese año la ciudad ordenó la sustitución gradual de los taxis por vehículos de cuatro puertas. Los «escarabajos» modelo 2002 fueron los últimos que se permitió que funcionaran para el transporte de pasajeros.

Las normas actuales requieren que los taxis tengan menos de 10 años.

En general, los taxis «vochos» eran considerados inseguros, pues para que tuvieran más espacio se les quitó el asiento individual del pasajero, por lo que en caso de accidente los clientes sin cinturón de seguridad salían disparados hacia el tablero y el parabrisas.

Los «escarabajos» también llegaron a ser conocidos como una trampa perfecta para efectuar asaltos, ya que, como sólo tenían dos puertas, cuando un asaltante ingresaba el pasajero no tenía forma de escapar.

Algunos conductores se protegían con jaulas metálicas para evitar asaltos de parte de los pasajeros.

«Es una pérdida», se lamentó Héctor Vera Pérez, ex conductor de un taxi «vocho», sobre el reducido consumo de combustible en esos vehículos. «No precisamente por la comodidad, sino por lo económico».

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