Los periódicos de ayer publicaron que varios vehículos fueron incautados debido a que sus conductores tenían unas megabocinas con un volumen que violaba numerosas leyes de sanidad y medio ambiente.
Parece un precedente. Las leyes contra los infernales ruidos que afectan a las familias y a cualquier ciudadano en general existen, al igual que las fiscalías en la que los afectados pueden querellarse.
Es bueno que las personas conozcan estos derechos y se querellen contra los negocios ruidosos o contra los primitivos que desde sus casas o vehículos llevan intranquilidad por lo alto que deciden escuchar música. Comencemos a crear conciencia y a exigir silencio.