La Procuraduría comenzó a desmantelar diversas áreas de la cárcel de Najayo-hombres, para remodelarlas e incorporarlas al nuevo modelo de gestión penitenciaria.Ayer fue desmantelado el pabellón número uno del área conocida como “el patio” del centro penitenciario, para luego iniciar un proceso de remodelación para albergar a 96 privados de libertad, quienes en lo adelante tendrán cama, sábana, almohada, servicios sanitarios, televisores comunes y abanico en cada una de las celdas.
Según el coordinador nacional del modelo de gestión penitenciaria, Ysmael Paniagua, ese pabellón estaba ocupado por más de 100 reclusos que vivían en estado de hacinamiento, los cuales fueron trasladados al Centro de Corrección y Rehabilitación de San Pedro de Macorís. El primer traslado de los internos que ocupaban el área se hizo hace 10 días y el pasado miércoles realizó el segundo con lo que el área quedó totalmente desocupada.
Otras áreas que están siendo remodelada, son las conocidas como área de los extraditables y área de los conyugales. En los extraditables serán reubicados 54 internos, mientras que el área de los conyugales será usada como universidad, por medio de un acuerdo con la Universidad de la Tercera Edad, dijo Paniagua.
De una población de 3,400 reclusos que había en la vieja cárcel de Najayo, 677 fueron trasladados a otros centros, aun quedan 2,723 encarcelados, muchos de los cuales serán llevados a otros centros para dar paso al proceso de remodelación e inserción de la cárcel al Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria.
Banqueros
En el caso de los banqueros que guardan prisión, la gran mayoría fueron trasladados a la cárcel de la nuevo modelo penitenciario de La Romana, donde según Ysmael Paniagua no tienen privilegios y se desenvuelven en un espacio colectivo y sin aire acondicionado. Dijo que en Najayo aún quedan tres banqueros, los cuales serán trasladados en las próximas semanas después de conocer un recurso legal que interpuso Luis Álvarez Renta.
Paniagua manifestó que no hay prisa con el traslado a pesar de que los privados de libertad ligados a fraudes bancarios ocupan un espacio que será utilizado como área médica, jurídica, educativa y laboral.
