El próximo domingo 15 de mayo, los dominicanos tenemos un encuentro con la oportunidad democrática de expresar preferencias políticas, para la selección de las autoridades presidencial y vicepresidencial, así como los mandos edilicios y los componentes de las cámaras legislativas, senadores y diputados acorde con los que la ley supone y la Constitución manda, cosa que no ocurría desde el 1994. Las elecciones presidenciales serán siempre el tercer domingo de mayo, del año electoral y las municipales y los miembros del Poder Legislativo, el tercer domingo de febrero y así ocurrirá a partir del 2020. La oferta de: 32 senadores, 190 diputados, 158 alcaldes y vicealcaldes, 1,164 regidores, más los diputados de ultramar y los del Parlacen, completan el menú de la fiesta democrática, del próximo domingo. Como nota peculiar, 3 de los candidatos son hijos de quienes lo fueron a su vez, en el pasado y dos mujeres, por primera vez, figuran en la boleta como candidatas a la Presidencia. El padrón electoral está compuesto por 6,765,073 electores hábiles para ejercer el sufragio: 50.64% mujeres y 49.16% hombres. Los electores están localizados en más de un 60% en: Santo Domingo, Distrito Nacional, Santiago, San Cristóbal, La Vega, Puerto Plata, Duarte, San Pedro de Macorís, Espaillat y San Juan. La provincia de Santo Domingo, con 1,397,104 (20.65 %) tiene el mayor número de votantes; mientras Pedernales, con 17,894 (0.26 %), es la que menos tiene. El Distrito Nacional tiene 733,486 electores, con la mayor densidad electoral; Santo Domingo Este con 592,660 y Santiago con 489,670. Mella, en la provincia Independencia, es el municipio de menos votantes, con 3,065 electores.
En un complejo proceso electoral, con 3 boletas y el riesgo de un número elevado de intenciones anuladas, con marcas al margen de lo establecido como válido, Danilo Plutarco Medina Sánchez y Margarita María Cedeño Lizardo, Danilo y Margarita, se perfilan para una votación récord que pudiera situarse entre el 62% y 70% de los electores y una buena parte de los 4,213 puestos electivos, para un arrollador triunfo del PLD y sus aliados. El estricto cumplimiento de un ambicioso programa de gobierno que estableció la sincera intención de Danilo de introducir cambios profundos en el esquema social y el desarrollo en el país, las visitas sorpresa y su secuela de progresos en zonas remotas, favoreciendo grupos marginados de personas con intención y sin posibilidades; sus logros en la educación, en la minería, la salud, la construcción de múltiples obras de interés público, la creación de puestos de trabajo con la lógica disminución de la desocupación y la pobreza, y más que nada la potencialización de la esperanza, y el aumento de la confianza, lo sitúan en una cómoda posición ganadora, como lo señalan todas las encuestadoras creíbles, que han auscultado el ambiente político criollo.
