El arzobispo metropolitano de Santiago expresó ayer que la detención del sacerdote Wojciech Gil (padre Alberto) en Polonia, es una demostración de que la Justicia está operando.
Monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio estimó que en todos estos casos siempre tiene que aparecer la verdad y que se haga justicia. “Y no nos cansaremos de repetirlos”, insistió. El padre Alberto, como se le conocía, está acusado de abusar sexualmente de varios niños mientras era párroco de la parroquia San Antonio de Padua, de esa localidad, perteneciente al municipio de Jánico.
Para el arzobispo de Santiago, la Justicia ayuda a reparar una parte de los daños, aunque no todos, porque después hay que ver cómo quedan las personas que han sido víctimas. Ayer, en Polonia, el padre Gil se declaró inocente de supuesto abuso sexual contra menores dominicanos y polacos.
