Mientras Franklin Romero viajaba en un crucero desplazándose por Panamá fue apresado por la vinculación en negocios ilícitos. Este empresario es nada más y nada menos que el presidente de una de las más importantes disqueras del país, Premium Latin Music, Inc., que maneja a artistas como Eddy Herrera, Rita Indiana y Aventura, entre otros.
Lo que inició con una nota periodística del periódico Diario Libre sobre una fuente familiar que reveló que el presidente de la disquera fue arrestado por agentes de la Policía Internacional (Interpol), que a su vez lo entregó a oficiales del Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Nueva York que conjuntamente buscaban al empresario, hoy es una noticia pública confirmada con los detalles del apresamiento.
Este empresario artístico es acusado de haber participado en una red de distribución de cocaína que enviaba las ganancias a Colombia, según dijeron las autoridades. A este se le suma e estar involucrado junto a ocho personas en el lavado de dinero.
Esto no termina ahí. A Romero se le acusa de actuar como el traficante de la red en Nueva York. El grupo ganó millones de dólares con las operaciones, señalan los documentos presentados en la corte.
Los negocios ilícitos no son de ahora, sino de hace ya una década. En julio del año 2000 se acusó al empresario artístico y a ocho involucrados de pertenecer a la red de distribuía 105 kilogramos (231 libras) de cocaína en Nueva York. Días más tarde de este apresamiento una de las acusadas, Maribel Cortés, recogió aproximadamente 400.000 dólares de Romero ya que el dinero sería enviado a Colombia en transferencias y giros postales con el objetivo de encubrir que eran fondos obtenidos a través del narcotráfico.
Este lío está color de hormiga y como dice el refrán «quien nada debe, nada teme», Martí Cuevas gerente general y representante legal del sello, se presentó en su defensa a fin de gestionar una fianza en la Corte Federal del Distrito Sur en Manhattan para la libertad del empresario, que se encuentra actualmente detenido en el Centro Metropolitano de Corrección, cárcel federal situada en el 150 de Park Row en el Bajo Manhattan.
