Porque “más vale un mal arreglo que un buen pleito”, los abogados aplican técnicas de solución alternativa de conflictos. Para cualquier interesado, su conocimiento, aun general, será valioso. Las disputas interpersonales son elementos básicos del contexto social pero predomina la ignorancia sobre su manejo. Los expertos confirman lo que difícilmente aceptaríamos: Como parte de conflictos nuestra percepción se distorsiona; tendemos a magnificar las diferencias, enfatizar la lucha y fallar en ver áreas de arreglo. Nuestra interpretación del conflicto influye directamente nuestra interpretación de los motivos de los otros. Conflictos latentes en una parte de los que la otra no tiene conciencia, también problematizarán el entendimiento. Fundamental derribar esas sesgadas subjetividades  para zanjar las incompatibilidades.

El manejo del conflicto interpersonal habla mucho de una sociedad. Acostumbramos blandir armas o dispararlas durante  mínimas disputas, evidenciando nuestras flaquezas culturales y atraso. Se gesta en la crianza la manera de manejar el conflicto: Hijos de padres autoritarios, aprenden que sólo los más fuertes ganan un conflicto. Progenitores permisivos, enseñan a ejercer el poder a través de la manipulación. Padres que equilibran su autoridad enseñan, correctamente, que en un conflicto cuentan las necesidades de todas las partes. Los dos primeros grupos normalmente devienen adultos con dificultades para llevarse bien con otros. El último, gente con mejores habilidades sociales y de liderazgo positivo, justamente la rareza nacional. Criamos y educamos mal; imposible una colectividad distinta.