El pasado jueves la población de Azua se sintió muy preocupada cuando a las 7:01 de la mañana un sismo de magnitud 4.3 sacudió toda la zona Sur del país, pero al día siguiente, y casi a la misma hora, otro sismo de magnitud 4.1 volvió a producir un gran susto en Azua, Ocoa y vecindades.
De igual modo, el mismo viernes un fuerte sismo de magnitud 7.1 sacudió la zona este de Sendai y Fukushima, Japón, donde en marzo de 2011 otro sismo de magnitud 8.8 generó un tsunami que mató a 28,000 personas.
Esos eventos nos recuerdan que los sismos son peligros latentes y que en cualquier momento podría producirse un gran terremoto, como el del 4 de agosto de 1946, de magnitud 8.1, el cual género un tsunami que destruyó a Matanzas, en Nagua.
Y como mucha gente no está segura de lo que debe hacer antes, durante y después de un evento sísmico, presentamos aquí algunas de las múltiples sugerencias que hacemos al final de las conferencias que hemos estado dictando en todo el país.
1-La Biblia nos dice, en el evangelio de Mateo, Capítulo 7, 24-27, que el hombre prudente construye su casa sobre la roca y el hombre insensato construye su casa sobre la arena, y las ciencias y la realidad nos han demostrado que las edificaciones construidas sobre rocas son mucho más resistentes a las fuerzas de los terremotos.
2-La República Dominicana es un territorio de muy alto riesgo sísmico, donde hemos tenido devastadores terremotos de magnitud 8.1, que pueden repetirse. Por ello, al construir nuestras casas, escuelas, hospitales, iglesias y puentes, debemos asegurarnos de que sean resistentes a las mayores fuerzas sísmicas esperadas durante el próximo gran terremoto.
3-Durante 500 años, las grandes edificaciones de la ciudad colonial, incluida la Catedral Primada de América, han resistido las tremendas fuerzas sísmicas de los grandes terremotos de nuestra isla, gracias a que la roca caliza coralina, sobre la cual fueron levantadas, es muy rígida y produce un efecto local de protección contra la vibración sísmica.
4-Los suelos flexibles del valle del Cibao producen muy mala respuesta sísmica al momento de un gran terremoto, porque aumentan la aceleración y el tiempo de vibración, generando grandes fuerzas que afectan nuestras construcciones. Al construir sobre suelos flexibles, debemos asegurarnos de que la construcción realmente es sismo resistente.
5-Identificar en su casa, oficina, escuela, hospital o iglesia, cuáles son los lugares más seguros en caso de un terremoto podría salvarle la vida. Regístrelos en su memoria a través de la repetición, o a través de simulacros compartidos con su familia, y de esa forma usted reaccionará correctamente, sin pánico, el día que tengamos un fuerte terremoto.
6-Durante un gran sismo lo más peligroso es que colapsen el techo y las paredes de su vivienda, motivo por el cual tan pronto usted sienta las primeras vibraciones sísmicas, las de las ondas P, colóquese en un lugar seguro, al lado de un objeto grande y fuerte, preferiblemente acostado en el piso, boca abajo, con la cabeza hacia la puerta de salida, antes de la llegada de las ondas S, que son las ondas que podrían hacer colapsar su casa.
7-Tan pronto pase la gran sacudida sísmica trate de salir de su casa, antes de que una réplica complique la situación de su vivienda.
8-Si usted está cerca de la costa, y el sismo tuvo epicentro en el mar, muévase inmediatamente hacia una zona alta.
Estos consejos podrían salvarle la vida al momento de un terremoto.
