Constitución e inflación

El Banco Central acaba de anunciar que, a partir de este año, el eje central de su política monetaria será el control de la inflación.

El Banco Central acaba de anunciar que, a partir de este año, el eje central de su política monetaria será el control de la inflación.

El anuncio es sumamente importante, porque lo que el Banco Central nos está diciendo es que para los próximos años los dominicanos podremos tomar nuestras decisiones de consumo e inversión con una mayor certidumbre.
La adopción de metas explícitas de inflación por parte del ente emisor es el resultado de varios años de preparación técnica y de un ejercicio de política monetaria cuyos resultados no sólo están a simple vista, sino que han sido reconocidos por los organismos internacionales.

La Junta Monetaria, en su primera resolución del 15 de diciembre de 2011, autorizó al Banco Central a establecer este esquema de política monetaria basado en los objetivos de inflación, con  lo cual podríamos afirmar que, con esta decisión, se constitucionaliza la política monetaria dominicana.

Uno de los principios rectores del régimen económico consagrado en la Constitución de 2010 es el crecimiento sostenible y al definirse, en su artículo 218, se establece que “…El Estado procurará, junto al sector privado, un crecimiento equilibrado y sostenido de la economía, con estabilidad de precios, tendente al pleno empleo y al incremento del bienestar social…”  Del mismo modo, el artículo 228 de la Constitución establece que el Banco Central “…es el único ente emisor de billetes y monedas de circulación nacional y tiene por objeto velar por la estabilidad de precios”.

Es claro que la estabilidad de precios es un componente importante en la realización de esa Constitución económica, cuya vigencia sociológica incidirá en el desarrollo del Estado Social y Democrático de Derecho en nuestro país.  
Revelar que para el 2012 el Banco Central se haya establecido como meta de inflación un 5.5%, con un rango de tolerancia de más o menos (+/-) un uno por ciento, envía un mensaje muy positivo a los agentes económicos, por el nivel aceptable en que se prevé que crecerán los precios en una economía donde la inflación subyacente – explicada mayormente por el precio del petróleo –   determina una gran parte del incremento de los precios de los bienes y servicios.

Del mismo modo, anunciar que para el 2013 la meta de inflación será de  5.0%, para 2014 un 4.5% y para el 2015 de un 4.0%, nos permitirá a todos los consumidores, inversionistas y depositantes, tomar nuestras decisiones de negocio, consumo o ahorro con un horizonte de mediano plazo.

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