La “representación” se trata de una manera de ver el mundo. “El desarrollo como término que no solo describe un valor sino también un marco interpretativo por el cual se hacen inteligibles una multitud de observaciones cotidianas”.
Una muestra fácilmente reconocible son las utilizadas en la televisión o el cine, cuando unos actores representan los buenos y otros los malos; los superhéroes y los personajes normales y hasta en los ‘inocentes” dibujos animados; más recientemente los terroristas y los investigadores secretos que intentan salvar la humanidad de la maldad de los primeros. El cine y la televisión son idóneos mecanismos para difundir una representación que entra a la realidad social cotidiana. Para el caso de la representación que subyace al desarrollo, el cine o la tv son uno de los medios, otro muy importante es el discurso, su lenguaje y las directrices de financiadores de programas de desarrollo. Arturo Escobar, Edward Said, Mundinbe del Zaire con el discurso sobre África, y Chandra Mohanty con el discurso de las mujeres en el desarrollo, manifiestan desde sus diferentes perspectivas y realidades que las representaciones construidas por cierta región del mundo se otorgan una posición de superioridad. Estos científicos están desmitificando el concepto de desarrollo: Cuestionan cómo surge desde el lenguaje. Y cómo impacta la realidad social, como visión propia, discuten su invención o aparición en la historia. Para desmitificar su imagen y colocarla en situación de ser reinventada.
Como organizador del poder y conocimiento logran cartografiar el aparato de conocimiento-poder y la producción de cultura, impulsado bajo su discurso, demostrando cómo se organiza el aparato institucional a través suyo. Visibilizaron los claros objetivos de transformación social, cultural y política, por la cual se impone el modernismo con características propias, como el individualismo, la racionalidad, el modelo económico, etc. como estilo de vida.
