El té verde contiene compuestos antioxidantes que contribuyen a reducir los efectos del envejecimiento, pero además ayudan a luchar contra determinados tipos de cáncer y a reducir las grasas que se acumulan en el organismo.
El té constituye la segunda bebida más consumida en el mundo, y en China, lo están utilizando desde hace más de 3 mil años, no sólo por sus propiedades estimulantes, sino por sus cualidades preventivas y saludables en la lucha contra numerosas dolencias y patologías.
En Oriente se usa para aliviar los dolores de cabeza, eliminar toxinas, y por sus efectos antioxidantes, para prolongar la juventud, desde tiempos inmemoriales.
De acuerdo con la nutricionista Patricia Rivera, el té verde contiene altos niveles de polifenoles, que poseen propiedades antioxidantes, anticancerígenas e incluso antibióticas y además puede ayudar a prevenir enfermedades cardíacas y otras relacionadas con el hígado. Entre los principios activos responsables de la actividad terapéutica del té verde se destacan- dice- su contenido en compuestos polifenólicos que son de tres tipos: flavonoides, catecoles y taninos.
Muchos estudios clínicos sugieren que el consumo regular de té verde puede reducir la incidencia de una variedad de cánceres, incluyendo el de colon, páncreas y estómago. Y es que, el té verde está menos procesado que el té negro y contiene más cantidad de antioxidantes, siendo más potente que éste.
Varios estudios demuestran también sus propiedades beneficiosas en dietas de adelgazamiento y es que quienes toman té verde tres veces al día tienen un incremento de un cuatro por ciento en su gasto energético diario, pero sin llegar a aumentar el ritmo cardíaco, lo que no deja de ser cardiosaludable. Por eso se le considera también un remedio mucho mejor que cualquier droga para bajar de peso, ya que éstas pueden causar efectos cardíacos adversos, especialmente en los individuos con grandes problemas de obesidad, que sufren hipertensión y otras complicaciones cardiovasculares.
Investigación
Un compuesto que se encuentra en el té verde logró reducir en casi la mitad el aumento de peso en ratones alimentados con una dieta alta en grasas, reveló un estudio realizado por científicos de la Universidad de Penn State, en Estados Unidos. El compuesto, llamado epigalocatequina-3-galato (EGCG), parece actuar limitando la absorción de grasa en el organismo. «Esto tiene un doble alcance, pues la EGCG reduce la capacidad de absorber grasa y mejora la habilidad de utilizar la grasa. Esta bebida también se asocia con la reducción en el riesgo de varias enfermedades, incluido cáncer y la demencia.
Consejos
Tal y como señalan los científicos, aunque se han demostrado los efectos del té verde para mantener un peso corporal sano, es esencial llevar una dieta baja en grasas y hacer ejercicio.
