El próximo martes tres de octubre se darán a conocer los ganadores de este certamen, donde participan 29 artistas plásticos de todo el país, quienes respondieron a la convocatoria de la Embajada de Francia para participar en esta primera versión del concurso, que tendrá como primer premio un viaje a Francia con un programa cultural de una semana en el año 2013 y dos segundos premios, cada uno de 75 mil pesos.
El evento es una iniciativa de la embajadora de Francia en el país, Blandine Kreiss, quien explicó que la actividad tiene como propósito seguir motivando los logros y contribuciones de los artistas plásticos en nuestra sociedad y promocionar la excelencia de las artes en la República Dominicana.
El jurado encargado de evaluar las piezas está integrado por Marianne de Tolentino, crítica de arte y directora de la Galería Nacional de Bellas Artes; Miquel Valenzuela, director de la Escuela de Artes Visuales; Sarah Hermann, asesora del Centro León; María Elena Ditrén, directora del Museo de Arte Moderno; Juan Trinidad, escultor y Mirna Guerrero, directora del Museo Bellapart, y de parte de la Embajada, el Consejero de Cooperación y Acción Cultural, Alain Aumis.
Las esculturas serán exhibidas en los espacios culturales de esta sede diplomática, para el público en general, a partir del miércoles 4 de octubre del 2012, en horarios de 9:00 a.m. a 12:30 p.m. y de 2:30 a 4:00 p.m., de lunes a jueves, y viernes de 9:00 a.m. a 12:30 p.m. Está ubicada en la calle Las Damas No. 42, Ciudad Colonial de Santo Domingo.
Sobre Luichy Martínez Richiez. Poseía enorme talento y genialidad como escultor y pintor, aparte de que exhibía un comportamiento de todo un caballero, simpático y afable, según cuentan quienes tuvieron la oportunidad de conocerlo. Dejó un importante legado artístico a través de sus obras que transitan por el mundo del erotismo, entre las formas y los colores que reflejaron siempre la personalidad antillana de este artista.
La sensualidad femenina representada recurrentemente en sus trabajos tomó mayor fuerza en sus pinturas, al plasmar la violencia de los colores del trópico como un recordatorio de su origen de hombre caribeño. Como todo maestro de la escultura ejecutó magníficos tallados creando verdaderas obras que dieron vida a inertes maderas preciosas, al duro bronce, al frío mármol, al mágico marfil y hasta al artesanal barro.
Ha sido el único artista dominicano, y de los pocos latinoamericanos, ganador de un Premio Bienal en París.
