1. Qué es. Al nacer, el bebé nace con unos 5 millones de folículos pilosos, la cavidad por la que sale el pelo. Es la misma cantidad para mujeres y hombres, y ocupan casi todo el cuerpo, a excepción de las palmas de las manos, las plantas de los pies y los labios. Según el libro Endocrinología, escrito por el doctor William Rojas, hay tres tipos de pelo: el fino o lanugo, que cubre el cuerpo durante el desarrollo del embrión hasta que nace; el velloso, que es el que remplaza al lanugo, que es fino y sin pigmentos. Y el terminal, que es grueso y copioso, forma las pestañas y las cejas, y aparece en la pubertad, cubriendo de los órganos sexuales.
2. Las pestañas, ¿crecen? Lo primero es saber que las pestañas, más que hermosear la mirada, protegen el ojo de todos los contaminantes externos, como el polvo, y de la luz. Pertenecen a los pelos terminales del cuerpo. Segundo: sí, crecen. El párpado está rodeado de folículos por donde se asoma la hebra. El aceite de ricino es el más recomendado para cuidarlas y estimular su crecimiento.
3. Un asunto sexual. El pelo terminal tiene dos subtipos, explica el libro Endocrinología. El bisexual, que es el que crece en las axilas, el pubis, en el cuero cabelludo y las extremidades, tanto en hombres como en mujeres; y el masculino, que se extiende en la cara, la zona púbica superior (abdomen), los lóbulos de las orejas y la nariz, de los hombres, por supuesto.
4. ¿Por qué hay mujeres que tienen barba? Es fruto de la excesiva producción de andrógeno, una hormona sexual masculina que también puede ser producida por los ovarios. La misma es la que convierte el pelo velloso en terminal, en las áreas vinculadas con las hormonas sexuales. En las mujeres, esto se llama hirsutismo. Según la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva, una de las causas principales del hirsutismo es el síndrome de ovarios poliquísticos.
5. ¿Y las cejas? Copiosas. Así es como las mujeres las prefieren. Junto al cabello, son el marco de la cara. Tienen un largo estándar, al igual que el de las pestañas. En el libro Frutoterapia: bienestar y vida, recomiendan frotarlas con aceite de oliva por las noches para estimular su crecimiento. Ponles hielo antes de depilarlas para evitar el enrojecimiento y miel después de hacerlo, ya que además de suavizar la piel, es un desinfectante natural.
