La economía dominicana sigue su ritmo expansivo por encima de las proyecciones locales y externas. El Banco Central ofreció ayer el informe económico preliminar correspondiente al período enero-junio, el cual da cuenta que en el primer semestre del año la producción nacional, que es el equivalente al PIB, creció un 7.4%.
Llama la atención el comportamiento del segundo trimestre, que creció a una tasa de 8.7%. Extraordinario. Impulsado por sectores como la Construcción, Minería, Agropecuaria, Transporte, Comercio y Turismo, este desempeño tiene visos de buena conexión en áreas o actividades estrechamente vinculadas a la generación de divisas y empleos, dos variables de importancia para la estabilidad macroeconómica.
En el primer semestre del año la inflación acumulada fue de apenas un 0.36%, lo que sugiere que tenemos crecimiento con estabilidad de precios.
Analizado desde el componente externo, que es el que vincula la economía con el resto del mundo, el desempeño del primer semestre se materializó en un escenario donde el Banco Central acumuló reservas internacionales netas por valor de US$5,333.6 millones, una cifra que proyecta un panorama de estabilidad cambiaria y una buena posición para enfrentar, si se presentaran, choques externos.
Desde el ámbito externo también hubo un superávit corriente de US$129.9 millones, lo que nos dice que el intercambio comercial del país con el mundo se desarrolló en condiciones favorables.
Se proyecta un panorama económico positivo para todo el año. La Minería, que durante 2015 se contrajo un 15.9%, en este primer semestre se expandió en un 25.1%. El sector Agropecuario, el proveedor de alimentos para el consumo interno y para exportar, casi duplicó su expansión, al reportar un 8%, frente a un 4% de igual período del año pasado.
El sector Construcción, una de las actividades económicas más dinámicas por su impacto en el empleo y vínculo con otras áreas productivas, mantuvo un elevado nivel de expansión, con un 17.7%.
Estos resultados positivos deben ser celebrados, porque cuando crece la economía, aumenta la riqueza nacional.
Siempre estará presente una aspiración: la riqueza tiene que derramarse para que llegue a un mayor número de dominicanos.
