Gobierno no tiene un plan para llenar la demanda de agua en la capital

La actual crisis en el suministro de agua que afecta el Gran Santo Domingo, producto de la prolongación de la sequía estacional en buena parte del territorio nacional, cada año pone en aprietos a las autoridades ante la disminución de los caudales&#82

La actual crisis en el suministro de agua que afecta el Gran Santo Domingo, producto de la prolongación de la sequía estacional en buena parte del territorio nacional, cada año pone en aprietos a las autoridades ante la disminución de los caudales de las principales cuencas que abastecen los acueductos que llevan el líquido a la población.

A esta condición climatológica se añade una demanda creciente, fruto del aumento demográfico y la degradación de los ríos, acentuada por la deforestación y la extracción de agregados.

En ese contexto, cabe preguntarse cuáles acciones a corto y mediano plazo, tiene previsto ejecutar el Gobierno para encarar la problemática, que fue incluida dentro de la Estrategia Nacional de Desarrollo (END).

En ese sentido, la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), entidad responsable de proporcionar el servicio a los 3.5 millones de habitantes en el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, informó que tiene en carpeta ejecutar algunos proyectos en el corto plazo.

Uno de ellos es la terminación del acueducto Barrera de Salinidad, en Santo Domingo Este, que incrementaría la producción, de cuatro a seis metros cúbicos por segundo, equivalentes a 45 millones de galones por día.

La obra, conllevaría una inversión estimada de US$60 millones, según explicó el subdirector de Operaciones de la CAASD, Luis Salcedo, quien reveló a elCaribe que actualmente trabajan en la gestión de los recursos para su ejecución.  “Es una obra importantísima en términos de lo que es la visión que tiene la CAASD de mejorar el servicio de agua potable”, dijo el funcionario.

Salcedo explicó que la obra contempla la colocación de cuatro bombas en la obra de toma, adicionar un módulo a la planta potabilizadora, construir los tanques en el terraplén de la Autopista de San Isidro y terminar una parte de la macro red.

A esto se suma la instalación de 200 mil medidores, que aunque no incrementarían la producción, contribuirían, según Salcedo, a mejorar indirectamente el servicio conminando a los usuarios a racionar el líquido.

Asimismo, informó que actualmente está en ejecución un proyecto con el apoyo de la Agencia de Cooperación Española de unos €8 millones, para dotar del servicio a sectores periurbanos de la provincia de Santo Domingo Este. “Ahora mismo están en la etapa de formulación de diagnóstico con una empresa consultora, que está evaluando 35 sectores para priorizar los sectores a intervenir”. Dijo.

Se proyecta escasez para el 2025

Sin embargo, estas noticias no son tan alentadoras, ante la proyección de escasez del líquido de cara al año 2025, según refleja el Diagnóstico Plan Hidrológico Nacional, elaborado por el Instituto Dominicano de Recursos Hidráulicos (INDRHI).

El estudio revela que, la región hídrica Ozama-Nizao sufrirá escasez crónica de agua para ese entonces, aunque desde el 2005 la tensión hídrica en la zona es notoria, acentuándose en los meses de marzo, abril y mayo.

Ejemplo de ello es que la producción del líquido en las últimas semanas, ha disminuido en 100 millones de galones, de los 400 que en condiciones normales produce la CAASD.

Presa sobre río Haina

Ante este panorama desalentador, la institución tiene identificada como una posible fuente de abastecimiento el río Haina, donde a largo plazo se prevé la construcción de una presa, que subsanaría la escasez por unos 20 años y proveería del líquido a Los Alcarrizos, parte de la zona occidental del Distrito Nacional y Santo Domingo Norte.

Aunque en el Presupuesto del año pasado el Gobierno destinó una partida de RD$300 millones para el ambicioso proyecto de “Ampliación de la Captación de Agua Río Haina”, que precisaría un financiamiento de US$172 millones, la obra parece no ser una prioridad para esta administración.

Al ofrecer detalles técnicos de la obra, el director de la CAASD, Alejandro Montás, destacó a principios del año pasado que la presa tendría capacidad para 147 millones de galones de agua en nueve kilómetros cuadrados y abastecería a 2.3 millones de habitantes de Santo Domingo Norte, Este y del Distrito Nacional.

Se trata de un embalse exclusivo para el consumo humano, que generaría dos megas de electricidad. Esta agua luego iría a una planta de tratamiento que se encargaría de potabilizarla nuevamente.

La construcción implicaría la reubicación de casi 300 familias.

SD tiene 6 fuentes superficiales

Esta presa se sumaría a las seis fuentes de captación de aguas superficiales de la capital, como son la presa de Valdesia, que suple el acueducto Valdesia-Santo Domingo; el río Haina, que suple al sistema Haina-Manoguayabo; el sistema Isa Mana, que capta sus aguas del Arroyo Mana; el sistema Duey-Guananito, que capta sus aguas del río Duey; el río Isabela y el acueducto oriental, cuya fuente de abastecimiento es el río Ozama.

En adición a estas fuentes, también se capta agua del subsuelo a través de campos de pozo, en la zona oriental, de La Joya y Los Marenos; en Santo Domingo Norte, los campos de pozo de Sabana Perdida, Mata Mamón, San Felipe, Guaricano, y aproximadamente 130 sistemas sectoriales.

Contaminación de las aguas

Si el problema de la escasez es preocupante, también lo es el de la contaminación de las aguas superficiales y subterráneas.

El geólogo y miembro de la Academia de Ciencias, Osiris de León, en su estudio “Agua Potable y Saneamiento en la República Dominicana”, advierte que ante la falta de alcantarillado sanitario, los constructores de torres, multifamiliares e industrias vierten las aguas servidas al subsuelo de donde también obtienen el agua para el consumo, “simplemente se construyen dos pozos, uno vecino del otro, y se utiliza el primero para descargar las aguas cargadas de heces fecales de los sanitarios hasta las aguas subterráneas, y el segundo para extraer las mismas aguas subterráneas que acabamos de contaminar con nuestras aguas negras y nadie hace nada ni dice nada frente a esa gravísima contaminación de nuestro recurso natural más vital”.

Critica que aunque el costo de un alcantarillado sanitario que cubra toda la ciudad capital ronda los US$1,500 millones que no están disponibles “el Gobierno ha invertido cerca de US$2,500 millones en las dos primeras etapas del Metro de Santo Domingo, sin que esta inversión haya resuelto ni vaya a resolver el problema del transporte urbano”.

Según el plan Plurianual del Sector Público, de la Estrategia Nacional de Desarrollo, en 2012 la CAASD terminó el Estudio de Plan Maestro de Alcantarillado Sanitario, iniciado en 2010, el cual permite contar con una herramienta para ofertar una solución al problema de aguas residuales en Santo Domingo.

Ley de Aguas estancada

Frente a este panorama, la Ley de Aguas, que tiene por objeto regular el dominio público hídrico, así como la preservación de su calidad y cantidad, se encuentra estancada desde hace más de quince años en el Congreso Nacional.
A juicio del ministro de Medio Ambiente, Bautista Rojas Gómez, los intereses de las instituciones gubernamentales que gestionan los recursos hídricos del país, han obstaculizado su aprobación.

El funcionario ha insistido en la necesidad de que ese instrumento jurídico para que Medio Ambiente, como órgano rector gestione los recursos y planifique las acciones para la recuperación de las cuencas hidrográficas.

CD ratificó contrato de 55.7 millones euros

En el mes de mayo, la Cámara de Diputados aprobó un contrato para la ejecución del proyecto de saneamiento de los ríos Ozama, Haina e Isabela. El proyecto, denominado “Llave en Mano”, es por un monto de 55.7 millones de euros, y tiene por objetivo la construcción, suministro e instalación de la estación de depuración de aguas residuales del río Ozama. También la recuperación de los ríos Haina e Isabela. El contrato fue firmado entre la empresa Incatema Consulting S.R.L. y la CAASD. El esquema de tratamiento de la planta consiste en filtros biológicos y tratamiento de lodos activados convencionales para el tratamiento óptimo de aguas residuales municipales.

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