Cristo Rey

La idea de crear una historia a partir de un dominicano que procrea hijos con una haitiana y otra dominicana es un buen ardid para recrear tramas sobre la xenofobia y/o el racismo entre Haití y República Dominicana. Cotidianamente, eso se ve en…

La idea de crear una historia a partir de un dominicano que procrea hijos con una haitiana y otra dominicana es un buen ardid para recrear tramas sobre la xenofobia y/o el racismo entre Haití y República Dominicana. Cotidianamente, eso se ve en las telenovelas, pero nunca se hizo de la manera que lo plantea esta película.

El otro aspecto significativo es del tráfico y explotación de mano de obra haitiana en condiciones esclavistas, pero esto no es expresado ni en la historia ni en ninguna de las tramas. Lo que sí se muestra es el asco que se siente por el negro pobre: el haitiano pide agua, y luego la dominicana friega el vaso con acción extrema para luego reaccionar sobre la propia repugnancia frívola; algo que se hace inconscientemente hasta con familiares.  No obstante, todo lo que cuenta la película es expuesto y resuelto con el Deux ex machina, presenta, por ejemplo, una expresión de la cultura y a seguidas introduce un elemento explicativo que no tiene nada que ver con la lógica interna de la historia y que solo es para “contar” acontecimientos intrascendentes en términos artísticos y antropológicos.

Al inicio, el filme anuncia un universo narrativo de alto impacto, para luego ir cayendo paulatinamente como barco de vela en alta mar y sin viento, sin tener a dónde ir o adónde lo lleve la corriente.  No se hace nada con el racismo clasista que nos consume (bien expresado en Jean Gentil). No existe referencia al trabajo cañero o de la construcción cuasi-esclavo actual. Se fija la idea de un haitiano negro (los hay blancos), bonito y culto, pero tan estúpido e inverosímil como igual lo es la dominicana linda, sensible, talentosa y pueril, bien hollywoodiano. No existe a lo largo del filme la idea de que haitianos y dominicanos pueden coexistir en paz y armonía. Ni siquiera hubo preocupación de mostrar, por ejemplo en una subtrama, que muestre que la gente común, de barrio, esa relación entre dominicanos y haitianos de pueblo son más sabias y que existe una vía para resolver nuestras diferencias xenofóbicas. Felicitamos a Leticia Tonos por abordar el tema aunque de forma exigua; vemos una constante en presentar paternidad irresponsable en su cine desde La Hija Natural.
HH Dirección: Leticia Tonos Género: Dramatragedia. Año: 2013

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