El cromosoma XX en la plástica dominicana

Con el paso de los años, la mujer ha tenido que labrarse camino en la «jungla» de la vida, ya que el hombre dominaba todos los espacios, no sólo en el plano laboral, también en el artístico. Esta ha sido una batalla a la que se han unido un considerab

Con el paso de los años, la mujer ha tenido que labrarse camino en la «jungla» de la vida, ya que el hombre dominaba todos los espacios, no sólo en el plano laboral, también en el artístico. Esta ha sido una batalla a la que se han unido un considerable número de damas dominicanas, que han mostrado lo expresivas, creativas y grandes que pueden ser en la plástica.

De manera especial, la mujer ha sido musa de grandes e importantes piezas artísticas ejecutadas por los caballeros, impactando a los espectadores, ya sea por la silueta, sensibilidad o expresividad de las formas femeninas. Ahora, ellas, además de ser fuerza impulsadora de creatividad, también plasman su esencia, talento e imaginación en el lienzo y la escultura, sin descuidar sus roles de madres y esposas.

A continuación presentamos una lista de algunas mujeres dominicanas que han puesto en alto el nombre de la República Dominicana. Conoce en estas líneas las tendencias, particularidades y características de éstas. Las formas que las identifican, el pensamiento que las hace grandes, el interés que muestran por su sociedad y aquello que buscan cambiar con un lienzo, sus esbozos y un pincel.

1. Celeste Woss. Se le considera precursora de la modernidad en el arte dominicano. Inserta el desnudo en la tradición pictográfica nacional. A partir de las tendencias postimpresionistas desarrolla una pintura caracterizada por la iluminación en tonos neutros, trazos sólidos y expresión enérgica, en la que resaltan los valores del criollismo mulato dominicano.

2. Clara Ledesma. Con una gran sensibilidad para traducir la problemática racial, la negritud fue el tema de sus mejores etapas. En muchas de sus obras se aprecian las influencias del realismo social. Su tratamiento de lo negro empalmaría con el diseño curvo, de media luna. Sus temas eran los obreros, pescadores y una naturaleza tenebrosa llena de magia y de misterio.

3. Ada Balcácer. “La dama de la luz”, así se le conoce. De luz y colores cálidos que se generan unos a otros está hecha su pintura, una obra que resplandece. Así podría definirse el trabajo de Balcácer. Una reconocida dibujante, diseñadora, grabadista, pintora, muralista, gestora cultural, teórica del arte y profesora que ha diseminado sus saberes y experiencia.

4. Elsa Núñez. Esta pintora dominicana combina la abstracción con lo figurativo, pone especial énfasis en imágenes de corte expresionista. Una de las características más recurrentes de Elsa es la acentuación del negro en sus trazos, con el fin de dramatizar la forma humana, especialmente la femenina. El soporte de su trabajo pictórico es el dibujo y la textura del color.

5. Soucy de Pellerano. De imaginación inagotable, Soucy conjuga  con increíble creatividad en su trabajo, tanto en la escultura como en la pintura, con diagonales curvas que se integran en espirales infinitas y en fuerzas vectoriales que con el dínamo de sus aspas capturan y transmiten al espectador toda la energía de su fuerza artísitica creadora.

6. Rosa Tavárez. Sus obras son instintivas, de gran valentía. De  ella emana un innato sentido de autoridad. Se trata de una pintura combustible, ígnea, cuya lava se derrama desde los epicentros del alma y cubre no sólo el lienzo, sino las recónditas rendijas de un universo propio y auténtico en el que se dan cita, simultáneamente, las fuerzas encontradas de la pasión.

7. Marianela Jiménez. En su trabajo, gruesos y fluidos empastes van conformando la imagen, moldeándola como si se tratara de otra realidad palpable. Marianela Jiménez es una pintora de tremenda vivacidad cromática. Ningún color le es ajeno, podría decirse (emulando la frase clásica) de esta pintora dominicana, cuyo trabajo sorprende a primera vista.

8. Raquel Paiewonsky. Las pinturas, esculturas, instalaciones y fotografías de Paiewnsky, en las que aborda cuestiones como el cuerpo mutante, la energía y la condición femenina en el contexto global de la posmodernidad, constituyen una muestra incontrastable de la unicidad de su personalidad creadora en el proceso expansivo que registra el arte dominicano actual.

9. Belkis Ramírez. En sus instalaciones ha desarrollado un diálogo pictórico característico a través de la fusión de gráficos a gran escala, como los bloques de madera, a partir de los que realiza sus grabados, elementos naturales, y objetos domésticos. Su obra contiene, además, una referencia a la situación del medio ambiente en el país, donde los bosques tropicales están siendo devastados.

10. Amaya Salazar. La manera con que plasma la luz y el color hace difícil la clasificación de sus cuadros. En ellos las formas parecen reposar protegidas bajo el velamen de una transfiguración. La dulzura de sus trazos delgados, sus rostros desdibujados, los dotan de una atmósfera etérea que se alimenta a sí misma de luz. En la escultura trabaja el bronce.

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