Cuida tu piel según tu edad

Si bien el proceso de envejecimiento en las mujeres es un factor que afecta la vitalidad de la piel, sus primeros signos pueden prevenirse a través de tratamientos nutricionales creados específicamente para la aplicación en el rostro.

Si bien el proceso de envejecimiento en las mujeres es un factor que afecta la vitalidad de la piel, sus primeros signos pueden prevenirse a través de tratamientos nutricionales creados específicamente para la aplicación en el rostro.

El suministro de nutrientes mediante una rutina específica de tiempo (día y noche) permite que la aparición temprana de arrugas, líneas de expresión y cambios de color de la piel puedan ser tratados garantizando una mejor salud y aspecto de las zonas afectadas.

De acuerdo con John Jiménez, científico principal de Investigación en Tratamiento Facial de Belcorp, con más de 10 años de experiencia en diseño de productos cosméticos,  con el paso del tiempo la piel del rostro, como la de cualquier otra parte del cuerpo requiere de un cuidado y atención especial para contrarrestar los factores relacionados con el paso de los años que dejan su marca, como el deterioro causado por la pérdida de más de un litro de agua o las 85,000 contracciones musculares en el contorno de los ojos que ocurren cada día.

Jiménez dice que el rostro cuenta con más de 20 músculos protegidos por la epidermis o piel y que sus constantes movimientos expresivos dejan trazos sobre la piel que, con el tiempo, comienzan a notarse. La estructura ósea del rostro, compuesta por el hueso frontal (frente), órbitas (cejas y ojos), etmoides (nariz), malares (mejillas) y maxilares superiores e inferiores (quijada) comienzan a descalcificarse, ocasionando que sea más notoria la caída de la piel en el rostro.

Comenta que, aunque muchos afirman que el envejecimiento de la piel es inevitable, la Academia Americana de Dermatología sostiene que sí es posible contar con tratamientos que ayuden a prevenir el envejecimiento prematuro y, al mismo tiempo, ayuden a tener una piel más saludable en las diferentes etapas de la vida.

“Así como existen dietas especializadas que garantizan el funcionamiento óptimo del organismo para revertir los efectos de la edad, hoy existen tratamientos especializados que sirven como alimentos únicos  para que la piel conserve su salud. Estos tratamientos están indicados específicamente para brindar los nutrientes que la piel necesita, al igual que para hidratarla, dependiendo del tipo específico de la piel, la zona del rostro a tratar y el momento del día en que se use”, sostiene.

A los 30

A partir de los 30 años de edad, la piel comienza un proceso de envejecimiento natural, por lo que las células se demoran más en renovarse, aumentando la resequedad y disminuyendo la elasticidad, el brillo y su salud natural. Debido a los factores ambientales y a una alimentación inadecuada la vitalidad de la piel y su belleza se ven afectada, acelerando la aparición de signos de envejecimiento. Estos cambios se pueden prevenir con una rutina diaria de cuidado.

Un tratamiento para el día y otro para la noche contribuirá a recuperar las proteínas perdidas, manteniendo la piel hidratada y nutrida. Debes tener en cuenta tu tipo de piel  y ofrecer una porción del tratamiento focalizada  en zonas sensibles como el contorno de los ojos.

A los 40

Al llegar a los 40, la piel empieza a experimentar distintos cambios que resultan en la pérdida de firmeza y elasticidad. Esto se debe a que el proceso natural de regeneración de la piel que se viene haciendo lento desde los 30 años, se acentúa mucho más y los puntos de unión de las fibras naturales que forman su “malla de soporte” se desgastan rápidamente, haciéndola perder su estructura y generando las arrugas.

Para revertir estos efectos, lo más importante es recurrir a un tratamiento especializado que sirva como un alimento nutritivo e hidratante que trabaje  de adentro hacia afuera  y que proteja las uniones vitales de la epidermis para que recupere su aspecto firme y elástico. Es importante llevar un estilo de vida sano.

A los 50

Durante esta década, el rostro sufre cambios debido a que las “barreras” que protegen las células de la piel se han desgastado. Además, la pérdida de nutrientes esenciales provoca que la epidermis y dermis se debiliten y consecuentemente se presenten cambios en la pigmentación, más arrugas y sequedad en el rostro.

No debe ser una etapa de preocupación, por el contrario, aunque el cuerpo atraviesa por distintos cambios hormonales, es una buena razón para darle un giro a la rutina y optar por un estilo de vida más saludable, apostando por la salud y una larga vida.

Durante esta nueva etapa la mujer quiere reflejar exteriormente lo mejor que le ha dado la vida, una motivación más para cuidar la piel y lucir rostro saludable, radiante y vital.

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