¡Cuidado con los motoristas!

El característico ruido producido por una motocicleta que se aproxima crea un estado de ansiedad, angustia y nerviosismo similar al que producía un carro de los denominados “cepillo” durante la dictadura de Trujillo.Dos vehículos…

El característico ruido producido por una motocicleta que se aproxima crea un estado de ansiedad, angustia y nerviosismo similar al que producía un carro de los denominados “cepillo” durante la dictadura de Trujillo.

Dos vehículos diferentes, pero cada cual, en su época, convertido en un instrumento que atemoriza, que transporta peligro, percibido como una amenaza para la integridad de las personas a las que se les aproxima.

De un cepillo, denominación dada a los automóviles Volkswagen, se esperaba o sospechaba que transportara a los miembros del temible Servicio de Inteligencia Militar (SIM) de la tiranía trujillista, que era el órgano de persecución y represión contra los desafectos del régimen de entonces.

Quienes vivieron esa época de tristes recuerdos, la comparan con la situación actual, de pánico producido por el ruido peculiar de una motocicleta al acercarse. De este ágil y utilitario medio de transporte, cuyo sonido se puede escuchar a varios metros de distancia, ya la gente común lo que espera es que le llegue un asaltante, un mensajero de la muerte en sentido extremo.

Y el temor tiene su justificación. La mayoría de los hechos de delincuencia callejera, de raterismo, y en ocasiones de sicariato, son cometidos por personas que viajan en motocicletas. Han convertido a ese vehículo en el medio por excelencia para el delito.

En un país donde hay más de 1.5 millones de motocicletas, ¿cómo puede controlarse esa categoría de vehículo? ¿Prohibir que más de una persona se transporte en una moto, como se dispuso a finales de los años 60 y principio de los 70?

Probablemente no sea la solución, como no lo fue en aquella ocasión.
Pero la realidad es que hay que hacer algo y pronto. Una primera medida podría ser su regularización, pues decenas de miles circulan sin placa ni matrícula. l

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