BOGOTA, Colombia (AP) — Los cultivos de coca en Colombia cayeron en un nivel histórico de 25% gracias a la erradicación manual y a la aspersión, pero también porque cultivadores migraron hacia otras actividades ilegales como la minería, según indicaron el jueves Naciones Unidas y autoridades colombianas.
Los sembradíos pasaron de 64.000 hectáreas en 2011 a 48.000 hectáreas el año pasado, según el estudio anual de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en ingles).
Fue la mayor reducción anual en los sembradíos de cocales desde 2001, cuando comenzó la medición en Colombia por parte del programa de monitoreo de esa entidad, dijeron el danés Bo Mathiasen, director en Colombia de la UNODC, y el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, al presentar el informe en conferencia de prensa.
La baja fue atribuida principalmente al ataque a la resiembra –las tierras en las que se vuelve a sembrar plantas de coca– como a que se ha detectado una migración de cultivadores a otras actividades, tanto legales como ilegales, como la explotación minera sin licencia, según las autoridades.
En algunos departamentos del país la reducción se atribuyó a la aspersión y erradicación manual, dijo Mathiasen, pero en otras regiones del país la reducción «parece estar relacionada con la aparición de actividades de minería informal», agregó.
El ministro Pinzón destacó por ejemplo que grupos armados ilegales como las guerrillas y el narcotráfico sí están intentando financiarse desde hace al menos dos años con la minería ilegal, a cambio de la siembra clandestina, particularmente en zonas del departamento de Antioquia, en el noroeste del país, pero igualmente siguen vinculados al negocio del narco y puso como ejemplo el crecimiento de los cocales en el departamento de Norte de Santander.
En aquella región los cultivos y el procesamiento «terminan siendo la billetera, la despensa» de grupos como las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia o FARC, dijo el ministro.
Para el general en retiro de la policía y ex director de la policía antinarcóticos, Leonardo Gallego, sí puede haber una incidencia en esa migración a otras actividades ilegales, pero destacó el esfuerzo policial.
«Hay manifestaciones según las cuales se ha presentado también un desplazamiento de mano de obra de los cultivos ilegales hacia las minas ilegales que se están observando en algunas partes del país, puede haber alguna incidencia, pero el factor que más influye es, sinceramente, la intensidad que sigue aplicando» la fuerza publica, dijo Gallego en diálogo telefónico.
Pinzón destacó que así como en 2011 se reportó un leve incremento de los cultivos de coca en el país –que pasaron de 62.000 hectáreas en 2010 a 64.000 el año pasado– y se produjo una gran crítica, las autoridades pusieron mayor presión sobre la policía y la seguirán poniendo porque dijo que la meta para 2013 es cerrar este año con 30.000 hectáreas.
Según el informe, de 117 páginas, de los 23 departamentos donde se localizaron el año pasado cultivos de coca, sólo tres mostraron un incremento: Norte de Santander, Caquetá y Chocó. Colombia tiene 32 departamentos.
En Norte de Santander pasaron de 3.490 hectáreas a 4.516, indicó la oficina de Naciones Unidas.
