Danilo puede decirlo

“Nunca antes”. Esa frase ha sido pronunciada por los últimos presidentes de la República en sus discursos de estreno, es…

“Nunca antes”. Esa frase ha sido pronunciada por los últimos presidentes de la República en sus discursos de estreno, es decir, al tomar posesión de sus cargos. Eso significa que, con razón o sin ella, cada uno de ellos se ha considerado un referente, un punto de partida, alguien que marca un “antes y un después” en la historia.

El planteamiento ha sido reiterativo desde 1963 hasta ahora. No lo digo yo. Es uno de los hallazgos de un trabajo publicado por Intec en el que se analizan los discursos y juramentaciones de nuestros gobernantes en ese período de tiempo. El estudio lo hicieron Manuel Matos Moquete y Reina Rosario Fernández.

O sea, que a pesar de sus estilos distintos y de que cada quien asumió en un contexto diferente, Juan Bosch, Joaquín Balaguer, Antonio Guzmán Fernández, Salvador Jorge Blanco, Hipólito Mejía y Leonel Fernández coincidieron en este enfoque en sus exposiciones inaugurales ante la Asamblea Nacional.

Cada uno habrá tenido sus motivos para invocar el “nunca antes”, pero es muy obvio que la instalación de Danilo Medina, que está a horas de producirse, estará rodeada de elementos sin precedentes o en algunos casos no muy usuales, comenzando porque es la primera vez en esta etapa democrática que un Presidente le entrega el cargo a un compañero de partido. También es inédito el hecho de que alguien se convierta en Presidente después de estar 20 puntos por debajo de su principal adversario. Eso no ha ocurrido antes, al menos en la era moderna, en la que las encuestas vaticinan con mucha exactitud los resultados electorales.

Es, asimismo, la primera vez que un candidato oficialista llega al poder utilizando la palabra “cambio” en su oferta. Pero aún así, y parece contradictorio, también es nuevo que un Presidente saliente participe tan activamente en una campaña electoral sin ser el candidato.

Tampoco hay precedentes de que un Presidente se retire con tanto poder e influencia. Un verdadero reto para Danilo Medina, que solo tiene la Presidencia de la República, que no es poco, pero la situación lo obligará a compartir liderazgo con Fernández.

Por esa y otras razones, a Danilo le luce pronunciar la manida frase. De hecho, antes de arrancar, ha comenzado a hacer “lo que nunca se ha hecho”.

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