Danilo, el triunfo de la humildad

El triunfo de Danilo Medina en las pasadas elecciones es el triunfo de la humildad. Danilo obtuvo el 62% de la votación y mucha gente no entiende todavía cómo es posible que lo haya logrado. Y es sencillo: Danilo es un presidente que siempre ha…

El triunfo de Danilo Medina en las pasadas elecciones es el triunfo de la humildad. Danilo obtuvo el 62% de la votación y mucha gente no entiende todavía cómo es posible que lo haya logrado. Y es sencillo: Danilo es un presidente que siempre ha estado cerca de la gente, que se preocupa de verdad por resolver los problemas de la población, que no se cree un Dios ni superior a nadie, que tiene como lema principal servir a los demás y que practica día a día la humildad. Esa fue la clave de su extraordinaria victoria electoral.

La característica principal de un líder de este tiempo es la humildad. Y eso le hace falta a muchos dirigentes políticos del PLD, del PRM y de todos los partidos del país. Existen dirigentes políticos dominicanos que se creen superiores a todo el mundo y que solo ellos son los que saben. Y cuando se exponen a la población, no sacan ni un 1 por ciento de la votación. Danilo es diferente. Él ha sabido navegar por los diversos momentos de su historia política sin perder un solo instante su condición de humildad y su compromiso de servir a los demás.

La fortaleza de Danilo como presidente y como líder político ha sido la humildad. En su discurso de agradecimiento por el triunfo fue muy claro y preciso cuando le agradeció, primero a Dios y luego al pueblo dominicano, y al Padre Celestial le pidió lo siguiente: “Dios mío, te pido que por favor no me permitas nunca ser arrogante ni prepotente, mantenme humilde para poder estar cerca siempre de la gente”. Ese mismo pedido lo hizo cuando ganó las elecciones de mayo del 2012 frente a la tumba del profesor Juan Bosch, su maestro y líder histórico. Y en ese mismo discurso dijo muy claro que la tarea fundamental de un líder político fue definida por el más grande de los hombres que ha dado la humanidad, Jesús, cuando dijo: “El hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir”. Y es que quien sabe ser humilde se entrega por completo a los demás, sin esperar nada a cambio ni buscar ganancias por eso. Quien es humilde sabe disfrutar a plenitud los éxitos y también sabe aceptar los fracasos y analizarlos para luego convertirlos en victorias.

Con su gran espíritu de humildad obtuvo el 62% de la votación, y de esa manera Danilo se ha convertido en el presidente que gana unas elecciones con el mayor apoyo en toda la historia de la República Dominicana. Superó el récord que tenía el profesor Juan Bosch, quien siendo candidato del PRD obtuvo el 59.3% en las elecciones de 1962. También se convirtió en el presidente del PLD que obtiene la mayor votación superando a Leonel Fernández, quien obtuvo el 57.3% en las elecciones del 2004. Asimismo, con ese sentido de humildad, hizo que su partido ganara de manera consecutiva la cuarta elección presidencial.
Y es que Danilo es un presidente y líder político bendecido, porque ser humilde es incluso bíblico. La Biblia establece en 1era de Pedro 5:5 lo siguiente: “…revestíos de humildad, porque Dios resiste a los soberbios y da gracias a los humildes”.

Ojalá que muchos dirigentes políticos dominicanos entendieran ese mensaje divino y fueran más humildes. Que en vez de estar poniendo en incertidumbre el país y llamando a protestas y a alteraciones de la paz, se pusieran a practicar la humildad y entendieran el porqué el pueblo no los apoyó, por qué su discurso y su accionar no calaron en la población. Es hora de ser humildes y rectificar errores, no de ser arrogantes y mantenerse en la equivocación. Solo me resta dar gracias a Dios por haber permitido que un presidente humilde y con vocación de entrega por los demás, siga dirigiendo la nación dominicana. Que Dios siga bendiciendo y dirigiendo a Danilo, por el bien del país y de todos nosotros.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas