El nuevo hospital traumatológico Darío Contreras, en Santo Domingo Este, es hoy una referencia nacional y no solo para el sector público. “Este hospital es un lujo. No hay ningún centro médico público o privado que lo supere”, dijo el presiente Danilo Medina. Con una inversión que asciende a los RD$1,500 millones, Medina aclaró que los pacientes que puedan pagarán por el servicio allí.
“Ahora, con la calidad y el nivel que posee, tiene que seguir siendo un hospital para los pobres. Que se le cobre al que tenga seguro de salud, pero al que no tiene nada, éste es su hospital y aquí se le tiene que atender”, dijo Medina en el acto de inauguración.
Del viejo centro médico que Medina visitó en mayo del 2013 solo queda el solar. “Había áreas que se suponían que no íbamos a tocar y en la medida que fuimos avanzando, vimos que las áreas había que sustituirlas totalmente, demolerlas”, dijo el director de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE), Miguel Pimentel Kareh, entidad que tuvo a cargo la obra.
“Este hospital tiene un nuevo concepto de atención hospitalaria que derriba el muro social, económico y hasta moral que desde hace décadas ha segregado la sociedad dominicana, dividiéndola entre los que tienen acceso a niveles de atención por su capacidad económica y quienes dependen del Estado”, dijo el ingeniero. Con cerca de 22 mil metros cuadrados, la obra cuenta con 264 camas distribuidas en tres niveles para pacientes de internamiento, pre y post-operatorio, cuidados intensivos y el área de emergencia. Además, tiene 13 quirófanos y una planta de tratamiento de desechos.
La sorpresa la dio el doctor Julio Hazim cuando tomó la palabra, contó una anécdota pasada y negativa sobre el Darío y terminó diciéndole a Medina que una dermatitis no era nada: “Nos ha quitado el estrés durante cuatro años, nosotros necesitamos cuatro más”. l
La enseñanza también es parte de la nueva obra
“Lo más importante en la atención médica, aparte de infraestructura y equipos, es la capacidad profesional y aquí existe”, dijo la ministra de Salud, Altagracia Guzmán al recordar que el hospital ha sido cuna de maestros. La docencia tampoco se olvidó en la nueva obra: tiene dos aulas, auditorio, biblioteca digital y un quirófano tecnológicamente preparado para la enseñanza.
