Viene por ahí este filme que vi hace un tiempo y recién volví a ver. La primera hora me cautiva porque va muy en la onda de aquel filme de los hermanos Coen, Fargo, solo que como no son ellos quienes lo escriben y realizan todo se queda en un pretendido filme de acción y suspense, por tanto corriente. Y uno se queda medio, sin gracia, confuso, pues se trata del mismo director de Los Falsificadores ganador de un Oscar en el 2008, y que además tiene en este filme a figuras como Sissy Spacek y Kris Kristofferson. Por supuesto, lo salva una buena cinematografía con su obvios lentes azulados para darle verosimilitud al clima helado en que se desarrolla la historia, y ya, hasta ahí. Y es que lo que la historia quiere retratar como errores de padres en la crianza de sus hijos es solo una llamada, un anuncio, un “déjame ponerle algo de historia traumática de dos hermanos para hacerla interesante” para darle cierta gracia a lo que parecía un thriller también. Pese a disponer de todo un abanico de personajes trastornados, amores prohibidos y contextos violentos y toscamente improbables, cuando el filme se va poniendo interesante, llega un final insólito, dejándonos con todo el gusto adentro.
El filme intenta el cruce de tres narrativas: la de un asalto, la de personajes con traumas de infancia y la de agentes policiales con problemas de autoridad. No obstante, a lo largo del filme intentan seducir sin que veamos las respectivas conclusiones de esas narrativas. La idea es buena, la exposición y el montaje son lo que lo hacen desastroso. De los personajes no advertimos sus inquietudes, esas que nos hablan de sus intenciones sin pronunciarlas. Entonces todo resulta plano y termina por hacerse previsible. Sabemos a mitad del filme que todos los personajes confluirán en la última escena con un final previsible. Y es en esa escena donde lo que entendemos debía tener mayor expresividad con el tema de traumas familiares, en su lugar se usa una simplona salida romántica, destruye así la complejidad de lo que es la vida real. En una palabra, triunfa el cliché del final tipo Hollywood donde teníamos una joya como temática compleja. Y naufraga como espectáculo cinematográfico.
HH Dirección: Stefan Ruzowitzky. Guión: Zach Dean. Elenco: Eric Bana, Olivia Wilde. Género:Thriller. Año: 2012. Duración: 96 mins.
