SANTIAGO DE CHILE (AP) — Decenas de miles de personas, en su mayoría jóvenes, desafiaron el jueves la lluvia y el frío y marcharon nuevamente por Santiago para manifestar su descontento y presionar por las reformas que demandan en la educación chilena.
La «marcha de los paraguas», como la apodaron los jóvenes, convocó a unas 100.000 personas, según el dirigente estudiantil de la Universidad Católica Giorgio Jackson.
La intensa lluvia y la baja temperatura, que provocó incluso una nevazón en el sector aledaño al centro capitalino, no amilanó a los estudiantes, que como en sus anteriores masivas protestas desarrollaron su manifestación en forma colorida y bulliciosa con bailes por parte de algunos grupos.
El gobierno, en un esfuerzo por desalentar la protesta y terminar con el conflicto que lleva más de dos meses, formuló la noche del miércoles una nueva propuesta que aumenta algunas de las concesiones otorgadas con anterioridad.
Pero los estudiantes y los dirigentes del Colegio de Profesores consideraron insuficiente y ambigua la nueva propuesta entregada por el ministro de Educación, Felipe Bulnes.
El presidente de los estudiantes de la Universidad Católica señaló que estudiarán la propuesta, pero anticipó reparos. «Hemos planteado que queremos fortalecer las instituciones y no solamente entregar más recursos, así que lo vamos a analizar, pero existen incertidumbres, inquietudes que se las hemos planteado al Ministerio de Educación».
El mandatario Sebastián Piñera aludió este jueves al conflicto al referirse a la violencia desatada por algunos grupos tras las manifestaciones estudiantiles.
Durante un acto exhortó a los chilenos «a privilegiar la unidad por sobre la división, el diálogo por sobre la intransigencia y los acuerdos por sobre el enfrentamiento».
A su vez, el ministro de Educación manifestó que existen grandes puntos de encuentro entre la oferta del gobierno y las demandas de los estudiantes y profesores.
Inicialmente, Piñera presentó una propuesta de 21 puntos en la que ofreció dar garantías constitucionales de la calidad de la educación, terminar con la dependencia de los colegios de enseñanza media de las municipalidades, aumentar el monto de la subvención estatal a los colegios, fortalecer la formación de los maestros, fiscalizar el uso de los recursos estatales, acelerar la reconstrucción de los establecimientos dañados por el terremoto del año pasado, fortalecer las universidades estatales, aumentar las becas a alumnos pobres, reducir el costo de los créditos con aval del Estado para financiar los estudios universitarios y crear una superintendencia de educación, entre otros.
El plan de Piñera también estableció un incremento de 4.000 millones de dólares en un plazo de cuatro a seis años del presupuesto de 11.000 millones de dólares de la educación.
La propuesta del miércoles de Bulnes aumentó del 40% al 60% la cobertura de las becas otorgadas a los jóvenes carenciados y redujo el interés de los créditos del 6% al 2%. Bulnes dijo que 365.000 estudiantes serán favorecidos por la reducción del interés.
No obstante, estudiantes y maestros consideraron que la propuesta es imprecisa en muchos puntos.
El centro de las críticas es la reserva del gobierno a terminar de plano con el lucro y sólo aceptar regularlo y controlarlo.
«Todavía no están las respuestas concretas. Hubo mucha ambigüedad y muchas dudas quedaron sobre la mesa y creemos que no responde (a las demandas)», manifestó en medio de la marcha la presidenta de los estudiantes de la Universidad de Chile, Camila Vallejos.
Agregó que «creemos que podría haberse considerado a los sectores sociales para que el pronunciamiento fuera más representativo».
Vallejos señaló que los estudiantes pretenden avanzar hacia la gratuidad de la educación, aspiración que el presidente Piñera señaló que es imposible de cumplir.
También en la oposición se expresaron reparos a la nueva propuesta gubernamental. Ignacio Walker, presidente de la Democracia Cristiana, el principal partido opositor, manifestó que el gobierno no se pronunció sobre el financiamiento de las universidades estatales, a las cuales el sistema imperante les exige un autofinanciamiento.
Mientras tanto, 45 estudiantes de enseñanza secundaria se mantienen en huelga de hambre, varios de ellos desde hace 30 días y tres en ayuno seco desde el lunes.
Al término de la masiva marcha, que también tuvo expresiones similares en provincias, no se habían registrado incidentes.
