Demanda de salud

Un fenómeno de estos tiempos es el creciente número de personas con acceso a los servicios de salud. De acuerdo con el Superintendente de Salud y Riesgos Laborales (Sisalril), Pedro Luis Castellanos, estamos entre los países de América Latina…

Un fenómeno de estos tiempos es el creciente número de personas con acceso a los servicios de salud. De acuerdo con el Superintendente de Salud y Riesgos Laborales (Sisalril), Pedro Luis Castellanos, estamos entre los países de América Latina con mayor cobertura, lo que resulta estimulante.

De acuerdo con Castellanos, hasta julio 6 millones 351 mil 316 dominicanos estaban afiliados al Seguro Familiar de Salud. Tres millones 063,142 en el régimen subsidiado, y 3,288,174 en el contributivo. Pronto iniciará el régimen subsidiado contributivo, lo que aumentará los abonados.

Eso plantea algunas inquietudes. Los centros médicos privados y públicos están abarrotados. Se podría explicar que estamos bajo el influjo de virus gripales, cuadros febriles e incrementos de casos de dengue que constituyen una epidemia. Pero más de 6 millones de dominicanos ya tienen una tarjeta con la cual pueden acudir a un centro de atención médica, público o privado, a solicitar atenciones. Ese es un fenómeno nuevo que pocos observan.

Además de esa amplia cobertura, hay que pensar que la capacidad instalada no ha crecido en proporción al número de incorporados al sistema. No es sólo que somos más habitantes, más la población flotante vecina residente, sino que la demanda de servicios quizás está por encima de la oferta.

Y no es que antes las personas no acudían al médico. Los pobres que no tenían la tarjeta, el Seguro Familiar de Salud, iban a los hospitales y los atendían como se podía, como sub ciudadanos. Ahora tienen derecho efectivo, con capacidad para exigir.

No sabemos qué estimaciones tienen los técnicos sobre la capacidad instalada en materia de salud ante la creciente demanda.

Pero el Gobierno debe pensar en la posibilidad de levantar más infraestructuras hospitalarias, además de continuar el programa de mejorías de las existentes.

El negocio de la salud tampoco es tan bueno como para que el Estado se lo deje al sector privado. Tiene no sólo que empoderar a la gente de una tarjeta subsidiaria, sino además proveer de verdad los servicios, servicios de calidad.
Nota: Es probable que alguien diga que como estamos “muy mal” hay más enfermos, pero al menos tienen a donde ir.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas