Desafiados

Todo lo brotado en la opinión pública ante el escándalo DICAN, se ha dicho alguna vez. Tenemos mucho tiempo de asombro en asombro con relación a corrupción de policías y otros llamados a perseguir el crimen. Este escabroso descubrimiento de “ratones cuidando el queso”, cual expresó el periódico Camino, parece romper todos los parámetros, pero pudiera estar lejos de ser lo peor que falte por ver. El aturdidor caso de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala, México, es resultado de la asociación entre autoridad y crimen organizado, valga extrapolar. Nuestras sociedades, desiguales y de instituciones débiles, llevan las de perder ante el poderoso narcotráfico. A menos que retomemos prendas muy escasas: ética, honor individual y patriotismo.