El desafío: perder de sí mismo

“Se gana con o sin Leonel”, esa afirmación atribuida a Temístocles Montás encierra el desafío real que en sí mismo tiene el PLD. En estos momentos los adversarios no tienen una sólida organización porque tampoco tienen un sólido liderazgo.&#82

“Se gana con o sin Leonel”, esa afirmación atribuida a Temístocles Montás encierra el desafío real que en sí mismo tiene el PLD. En estos momentos los adversarios no tienen una sólida organización porque tampoco tienen un sólido liderazgo. Los liderazgos probados y sólidos los tiene en su seno el PLD, es una tremenda estructura electoral, y ahí se origina (en sí mismo) su mayor desafío.

Hemos ignorado los objetivos partidarios, por las aspiraciones propias e individuales de cada uno de nosotros, lo cual conduce a enfrentarnos. Si no nos escogen regidores, alcaldes, diputados o senadores hacemos crisis y ruidos o amenazamos con renunciar. Parecería que somos peledeístas para llenar vanidades y necesidades individuales y no las del pueblo dominicano.

Estamos con tan buen posicionamiento electoral que un sector partidario se cree autosuficiente y que “se gana con o sin Leonel”. Sin embargo, se olvidan aquellas explicaciones del profesor Bosch referidas a la función del líder que dice que el líder expresa las aspiraciones de un colectivo. El líder expresa aspiraciones colectivas y su actuación política se sujeta a ellas; cuando el líder se aleja de ellas, pierde su base de apoyo.

Es un gran riesgo creer que “se gana con o sin Leonel”, porque él expresa las aspiraciones de una parte significativa del partido y no las propias, ni se ha ido del partido porque no lo eligieron candidato presidencial; está ahí, inconmovible y más bien se ve como víctima de los que tienen aspiraciones propias y combaten las colectivas, porque no son las suyas.

Sujetar la actuación del Partido al interés individual de cada uno de sus dirigentes, es un error que va llevando a todos al colapso. Nos unen los objetivos colectivos y los propios deben quedar involucrados en ese todo.

Si Temo quisiera dejar fuera a Leonel, para que el proceso del 2020 quede más despejado para él, debe recordar aquello de la función del líder que explicaba Bosch, de que los seguidores de los líderes son diferentes a los seguidores de los caudillos, aquellos y no estos tienen ideales expresados en los líderes.

Dejar fuera a Leonel de la participación electoral también es dejar fuera a cientos de miles de liderados que se van a sentir excluidos. Este no es el caso de los que se han ido porque quieren una candidatura, esos se van solos o se llevan a algunos amigos “interesados”.

El PLD ha ido modernizando y desarrollando al país, pero como organización política no se ha innovado ni modernizado. Su estructura permanente no funciona ni los objetivos generales están refrescados. Tampoco puede desarrollar programas de formación política aplicando nuevas metodologías y tecnologías.

Las generaciones que se han ido sumando carecen de oportunidades para crecer dentro y desde la organización, porque no hay ofertas viables y de sano andar. Los estamos dejando a que la espontaneidad los conduzca y lo harán por sus aspiraciones quizás contrapuestas a las que pudieran consagrarlos como servidores de su sociedad.

Aun describiendo este panorama partidario, ningún adversario o la suma de ellos, le gana al PLD. Los adversarios no cuajan un liderazgo porque hacia la sociedad el PLD lo ha hecho bien y tiene como partido excelente posicionamiento. Sin embargo, su desafío es perder de sí mismo..

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