SANTIAGO. Las autoridades del hospital regional José María Cabral y Báez y la alcaldía de Santiago comenzaron a desalojar a los vendedores informales establecidos en el entorno del centro de salud.Al menos 15 buhoneros que ocupaban las aceras en la verja perimetral en la calle Sabana Larga y al interior del hospital fueron sacados del área como parte de los trabajos de saneamiento.
Algunos de los vendedores de café, tostadas y frutas decidieron desafiar a las autoridades y se colocaron nueva vez en la entrada y otros prácticamente en medio de la vía y continuaron con sus actividades.
“Yo no voy a prostituirme ni a vender drogas para mantener a mis tres hijos, peor es lo que están haciendo al quitarme la forma de sustento de mi familia”, expresó Olga Altagracia Betances.
Desde la pasada semana, los buhoneros, muchos de los cuales tienen hasta 15 años en el lugar, habían recibido la notificación de desalojar el área y como plazo tenían hasta el domingo, pero pensaban que se trataba de una amenaza más sin cumplir. José de León lleva 15 años como vendedor de tostada, con lo que se gana el sustento de su familia.
De León decidió colocarse en la acera cercana al hospicio San Vicente de Paúl, pero también recibió la información que la orden religiosa rechaza su permanencia.
“Nos quieren llevar a cometer fechorías. Lo que pedimos es que nos dejen vivir, con esto no le hacemos daño a nadie”, apuntó De León.
