Deslumbra con tu melena

Descubre cuáles son las fuentes de luz para lucir una melena sana, abundante y vital desde la raíz hasta la punta. 1.…

Descubre cuáles son las fuentes de luz para lucir una melena sana, abundante y vital desde la raíz hasta la punta.

1. Cuida la cutícula. Si observas tu cabello en el microscopio verás que su cutícula está compuesta por diminutas escamas que se superponen unas a otras, formando una capa lisa que protege el interior de tu pelo. Cuando la dañamos, las escamas se levantan y desprenden, la superficie se vuelve desigual y, como consecuencia, el pelo se debilita y se apaga. ¿Cómo reparar la cutícula? Cuando te laves el pelo, enjuágalo con abundante agua fría para cerrar la cutícula, así lucirá más brillante. Sécalo con una toalla presionándolo suavemente, hasta absorber el agua.

2. Elige productos adecuados. Los champús y acondicionadores para tu tipo de cabello sólo ayudan a que tus mechones dañados luzcan más sanos, cubriendo la cutícula y rellenando los huecos con ingredientes como ácidos grasos, proteínas y silicona. Eso hace que cada mechón se vea más brillante y se sienta más suaves. Pero el mejor modo de reparar el cabello opaco y evitar que se quiebre es aplicarle un tratamiento acondicionador profundo una vez por semana. Elige uno con proteínas o ácidos que ayuden a fortalecer el pelo debilitado, lo hidraten y suavicen.

3. Aprende a lavarlo. Para lograr un efecto lustroso en tu melena, usa un champú suave para tu tipo de cabello y lávatelo, en principio, con agua a temperatura ambiente, porque el agua caliente hace que el cuero cabelludo sude. Evita los productos que contengan glicerina o silicón, pues le dan mucho peso al cabello. Cuando apliques el champú, no masajes el cuero cabelludo en exceso, ya que estimula la producción de grasa. Desliza por tu cabellera un peine empapado de aceite de oliva. Después enróllalo en una toalla por 10 minutos y enjuágalo con abundante agua.

4. Cuida las porciones. La porción de champú y acondicionador que usas para lavarte la cabeza pueden restarle brillo y textura al pelo. En la ducha de tu casa, con envases de tamaño regular, es fácil usar una cantidad excesiva del producto. Aprende a manejar porciones: sólo necesitas una cantidad de champú del tamaño de una moneda de diez centavos y como una de veinticinco de acondicionador.

5. Mójalo primero. Si te pones champú en el cráneo, antes de mojarlo totalmente, el cabello sufrirá: será más difícil de enjuagar, y la acumulación de partículas le restará vida y brillo. Cuando te laves el pelo, deja que se empape bajo la ducha antes de aplicarle el champú.

6. Consejo de la abuela. Hierve una taza de agua y añádele una cáscara de naranja finamente picada y retira del fuego. Deja enfriar 30 minutos. Vierte el agua en una licuadora, añade medio aguacate aplastado previamente, una cucharadita de aceite de oliva y otra de vodka, y bate a alta velocidad hasta crear una pasta. Aplícatela en el cabello recién lavado y seco con la toalla. Cúbrete la cabeza con un gorro de baño, y déjalo 25 minutos. Enjuaga con agua tibia y vuelve a darte un champú suave. Aclara con agua fría. La cáscara de naranja y el vodka crearán un brillo instantáneo, mientras que el aguacate y el aceite de oliva pondrán sedoso hasta el pelo más reseco. El agua fría cerrará la cutícula.

7. Cuidado con el secador. El aire caliente del blower abre la cutícula del pelo, creando un montón de estática y de puntas abiertas. Aplícate aire frío en el pelo por un par de minutos después de peinarte, para que puedas sellar y alisar las hebras. Le darás más brillo a tu cabello y te ayudará a mantener tu peinado.

8. Plancha el pelo. Si tu cabello es lacio, eleva su brillo pasándole unas tenazas de alisar después de haberlo secado con el blower. Como el cabello lacio refleja más luz que el pelo rizado, “planchar” tu melena le da aun más brillo.

9. Estimúlalo. Cepillar regularmente el pelo ayuda a eliminar escamas del cráneo, elimina la acumulación de productos, estimula la circulación y aumenta el brillo. Sólo necesitas de 10 a 20 cepilladas al día con un cepillo que mezcle cerdas naturales con sintéticas, que distribuyen en el pelo los aceites del cráneo.

10. Dale vitaminas. Recibir la cantidad adecuada de ciertas vitaminas, especialmente del complejo B, como biotina y ácido fólico, es esencial para un cabello fuerte, sano y lustroso. Obtén las necesarias con una dieta balanceada, que incluya alimentos ricos en vitamina B (como salmón, huevos y vegetales de hojas verdes). Pero si crees que lo que comes no te proporciona la cantidad adecuada, pregunta a tu médico si puedes tomar suplementos.

11. Cuídate del sol y el calor. Como el sol altera la fibra capilar y sus pigmentos naturales y artificiales (los tintes), tu cabello puede lucir opaco con el exceso de calor, por eso evita el secador durante los días muy calientes para frenar la deshidratación y la sed de tus cabellos.

12. Lústralo. ¿Necesitas brillo instantáneo? frótate el pelo con un pañuelo de seda y verás como empiezas a deslumbrar en un dos por tres.

13. Limpia tus cepillos. Un cepillo cargado de pelos sueltos y residuos de productos deposita esa suciedad en tus mechones cada vez que lo usas, restándole brillo. Límpialo sacándole las hebras trabadas y pasándole un peine de dientes anchos. Luego, remójalo unos minutos en un recipiente lleno de agua caliente con un chorrito de champú para eliminar los residuos.

Llévate de la luna
El cabello crece en abundancia, brillante y con más rapidez durante la luna llena. ¿Por qué? Como 70% del cuerpo humano está compuesto por agua y la luna llena puede elevar la altura de las mareas, es posible que también energice todo nuestro organismo, incluyendo al cabello. Por eso, córtate las puntas resecas en luna llena que es cuando el cabello estará más sedoso y crecerá más sano, lustroso y con mayor rapidez.

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