Detienen al capo Carrillo Fuentes en México

MEXICO— Fuerzas federales detuvieron al barón de las drogas Vicente Carrillo Fuentes, considerado líder del cártel de Juárez, la más reciente de una serie de capturas de cabecillas del narcotráfico, informaron el jueves las autoridades.

MEXICO— Fuerzas federales detuvieron al barón de las drogas Vicente Carrillo Fuentes, considerado líder del cártel de Juárez, la más reciente de una serie de capturas de cabecillas del narcotráfico, informaron el jueves las autoridades.

Después de que los investigadores ubicaron que el capo, conocido como «El Viceroy» o «El general», se encontraba en un vecindario de la ciudad norteña de Torreón, fue detenido en un retén de tránsito sin necesidad de hacer ni un solo disparo, dijo Monte Alejandro Rubido, comisionado de Seguridad Nacional.

Jesús Murillo Karam, procurador general de la República, indicó que el arresto es «una captura de la mayor importancia». Un presunto guardaespaldas también fue detenido.

Carrillo Fuentes, de 51 años, presuntamente encabeza el cártel fundado por su fallecido hermano Amado Carrillo Fuentes, conocido como «El Señor de los Cielos», y tanto Estados Unidos como México habían ofrecido recompensas de millones de dólares por su arresto.

«El Viceroy» asumió el control del cártel después de que su hermano murió en 1997 durante una cirugía plástica fallida.

Se trata de la segunda captura de un barón de las drogas en dos semanas, luego de que días atrás fuerzas federales detuvieran a Héctor Beltrán Leyva, considerado el líder del cártel que lleva sus apellidos, mientras comía tacos de pescado en una marisquería en el centro de México el 1 de octubre.

Las detenciones ocurren en momentos en que el gobierno federal está bajo presión internacional ante la que parece una desaparición forzada de 43 estudiantes por parte de policías locales y una presunta masacre de 22 presuntos delincuentes a manos de soldados. Ambos casos han indignado tanto a sectores en México como en el extranjero, incluidas las Naciones Unidas, que exigen justicia en ambos casos.

Samuel González, ex subprocurador, consideró que estas capturas recientes se deben hasta cierto punto a la presión internacional

El gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, que asumió el poder en diciembre de 2012, ha capturado a varios narcotraficantes de alto perfil. El golpe principal ocurrió en febrero con el arresto de Joaquín «El Chapo» Guzmán, considerado el líder del cártel de Sinaloa.

Estados Unidos ofrecía una recompensa de cinco millones de dólares por Vicente Carrillo Fuentes, que al igual que muchos capos de las drogas era del estado de Sinaloa, mientras que México ofrecía 2,2 millones. En Texas enfrenta una acusación formal de 46 cargos, entre ellos tráfico de cocaína y marihuana, lavado de dinero y homicidio para fomentar una empresa delictiva, de acuerdo con el Departamento de Estado norteamericano.

La agencia antinarcóticos de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) felicitó a México por el arresto.

«Carrillo Fuentes… facilitó asesinatos y violencia en México al tiempo que alimentaba las adicciones en los Estados Unidos y alrededor del mundo», dijo la administradora de la DEA, Michele M. Leonhart, en un comunicado.

Vicente Carrillo era considerado un capo que traficaba a una escala más moderada que su hermano, pero en una época mucho más violenta para el cártel. Encabezó al grupo, con sede en la urbe fronteriza de Ciudad Juárez frente a El Paso, Texas, en una batalla sangrienta por las rutas de tráfico con sus rivales del cártel de Sinaloa. Luego de varios años de enfrentamientos, esa disputa dejó al menos 8.000 muertos.

Se estima que el área es la ruta de paso de hasta un 70% de la cocaína que entra a Estados Unidos.

Luego de la muerte de su hermano, las autoridades dudaban de la habilidad de Vicente Carrillo para encabezar el cártel, según un perfil proporcionado a The Associated Press por la Procuraduría General de la República.

«No se consideraba que contara con capacidad de liderazgo y toma de decisiones», de acuerdo con el documento, el cual hace notar que ello creó tensiones internas en el grupo.

A la larga, pudo consolidar un firme control sobre el cártel, al tiempo que lo conducía en nuevas direcciones. A medida que la demanda de cocaína disminuyó en Estados Unidos, el grupo comenzó a venderla más en México.

Vicente Carrillo era conocido por su capacidad de sellar una serie de alianzas que rara vez duraban en el largo plazo. Por ejemplo, en un principio se alió con el cártel de Sinaloa, considerado desde hace varios años como el más poderoso de México.

Pero la alianza se vino abajo en 2004 tras la muerte de Rodolfo Carrillo Fuentes, otro de los hermanos de Vicente, en Sinaloa. El homicidio fue presuntamente ordenado por «El Chapo» Guzmán.

En represalia, Vicente Carrillo presuntamente ordenó el asesinato del hermano de Guzmán en prisión, ocurrido unos meses después.

A partir de entonces, los cárteles de Juárez y Sinaloa se enfrascaron en una de las batallas más sangrientas entre grupos del narcotráfico del país.

Vicente Carrillo decidió entonces establecer otra alianza de conveniencia, ahora con el cártel de los hermanos Beltrán Leyva e incluso con Los Zetas, uno de los grupos más sanguinarios del narcotráfico.

En los últimos años la violencia en Juárez se ha reducido drásticamente. El gobierno mexicano dice que se debe a un mejor trabajo de la policía y a la presencia de más programas sociales, mientras que algunos dicen obedece a una tregua entre los cárteles de Juárez y Sinaloa.

Gustavo de la Rosa, un activista de derechos humanos en Ciudad Juárez, dijo el jueves a la AP que será difícil establecer el impacto del arresto de Carrillo Fuentes en la localidad. El cártel ha controlado dos pandillas locales —La Línea y Los Aztecas— que podrían unirse para formar una banda más fuerte o incluso luchar entre ellos por el liderazgo de la organización.

«Puede que baje mucho la violencia, puede que suba la violencia», dijo.

Héctor Beltrán Leyva fue capturado la semana pasada por las fuerzas militares en la ciudad de San Miguel de Allende, un enclave popular en el centro de México donde viven extranjeros y artistas.

No hubo disparos en la breve operación, que representó la culminación de una investigación de 11 meses.

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