Un día con “Papá” tiene pocas pausas

La intensidad de la campaña electoral la viven en carne propia los candidatos presidenciales y los colaboradores que les acompañan de sur a norte, y por cualquier ruta entre la frontera y Cabo Engaño.

La intensidad de la campaña electoral la viven en carne propia los candidatos presidenciales y los colaboradores que les acompañan de sur a norte, y por cualquier ruta entre la frontera y Cabo Engaño. Una jornada del perredeísta Hipólito Mejía y su numeroso equipo, que agota unas 16 horas, constituye una actividad extrema, que desafía la resistencia física y emocional de un humano común.

El viernes fue el escogido para pasar “un día con el candidato”, en esta ocasión con el del PRD. La oscuridad aun arropaba la residencia del exmandatario cuando se comenzaron a congregar los integrantes del equipo que lo acompañarían a otro extenso recorrido en este caso a Santiago. El personal que asiste y cuida al candidato, integrado por unas 25 personas, llega bien temprano a su vivienda y comienza a preparar el viaje.

Luego de tener todo en orden, el coronel Morel reúne a los integrantes del equipo de seguridad, quienes hacen una oración. Se discuten detalles del trabajo y luego llega el general Carlos Luciano Díaz Morfa, jefe de seguridad de Mejía, quien estrecha la mano de cada uno de los miembros del equipo.

A las 6:18 de la mañana, Mejía sale de la casa y saluda a quienes lo acompañarán en su viaje, incluyendo al expresidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco y al exjugador de Grandes Ligas, Junior Noboa.

Al conversar con el equipo de CDN y elCaribe, Mejía da detalles de su rutina diaria. “Tengo como costumbre despertar bien temprano en la mañana, me rasuro, luego me baño, desayuno y repaso los periódicos para mantenerme informado”, explicó.

Mejía abordó su yipeta a las 6:23, y se dirige a la primera actividad de su apretada agenda. Se trata de un encuentro con empresarios, que se prolonga por media hora. Acto seguido, la caravana de siete vehículos que se desplaza con el exgobernante toma la ruta hacia la Ciudad Corazón.

La comitiva hace una parada a las 8:25 en Plaza Jacaranda, Bonao, donde Mejía es recibido por otro grupo, encabezado por el exjefe de la Policía Jaime Marte, quien le hace el “saludo militar”. Mejía encabeza la fila que pasa por el mostrador, donde pide una “sopa madrileña”, yuca y un pedazo de queso frito, se sienta a la mesa y retoma la conversación con los periodistas de Multimedios del Caribe, mientras exprime un limón sobre su sopa.

“Me paro con regularidad en esta plaza, tengo más de 30 años asistiendo a este negocio”, fueron las primeras palabras del candidato presidencial perredeísta.

Durante el diálogo, Hipólito toca el tema familiar y explica que trata de aprovechar cualquier pausa para comunicarse con su esposa y sus hijos.

Ahí empieza a hablar precisamente de eso. Del curso que está tomando el proceso y de los ataques que le hacen sus adversarios. “Están desesperados, sus últimas actuaciones son un indicativo de la situación que viven los miembros del PLD”, comenta, al recordar la denuncia contra Pepe Goico y otras acusaciones del Gobierno y el partido oficialista.

La presencia de Mejía llama la atención. Varios estudiantes lo abordan y se toman fotografías con el candidato. A las 8:45, Mejía y acompañantes reinician el viaje a Santiago.

Actividades

A las 9: 20, Mejía llega al recinto de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, donde es recibido por el rector, monseñor Agripino Núñez Collado, con quien se reúne por varios minutos en su despacho. De ahí, ambos se dirigen al auditorio, donde el candidato sostiene un conversatorio sobre sus propuestas de gobierno, y responde inquietudes de los estudiantes.

A las 11:25, se dirige a las instalaciones del periódico La Información, donde sostiene un encuentro con los ejecutivos del diario. Posteriormente, visita la casa del dirigente del PRD, Andrés Burgos, donde encabeza un encuentro con perredeístas, su primera actividad netamente proselitista.

De allí sale a las 12:50 para el sector de Villa María, donde encabeza un almuerzo privado. A las 3:15 retoma su agenda proselitista en Hato del Yaque, sector en el que es aclamado por decenas de dirigentes que se aglomeraron para ver a su candidato, coreando la consigna de campaña “Llegó Papá”.

En esta actividad, en la que lo acompañan José Enrique Sued, Sonia Guzmán y Víctor Méndez, Mejía lanza misiles. “Hay que sacar a esta gente del Palacio Nacional para retornar la moral y acabar con la corrupción”, proclamó.

Al concluir el encuentro el exmandatario saluda a la militancia y aborda nuevamente el vehículo para dirigirse a la comunidad La Canela, donde era esperado bajo una ligera llovizna.

Desde aquí parte a Navarrete donde encabeza otra actividad, esta vez en compañía del reformista Osiris de León. Repite sus críticas al Gobierno.
Después sale a su próximo acto en la comunidad de Villa González y a su paso la caravana es saludada por los moradores. Al llegar al acto, Mejía luce más entusiasmado que al principio.

Al finalizar, se despide de la militancia y junto a su comitiva van Santiago y llega al hotel donde estuvo hospedado para bañarse y cambiarse de ropa.

A las 7:00, sale del hotel rumbo a su última actividad, una cena con empresarios que lo respaldan. En su vehículo, acompañado de Díaz Morfa y Carlos Guzmán, ofrece otra “mini entrevista” a este medio. Vuelve a mencionar a su esposa, toma su Ipad y verifica las redes sociales, momento que aprovecha para hablar de la importancia de esa herramienta para su campaña. “El Twitter y el Facebook han sido muy ventajosos para mi campaña debido a que me han permitido llegar a la juventud”, expresa.

Finalmente,Mejía se dirige a su última actividad del día la que finaliza después de las 10:00 de la noche, es decir, 16 horas después del inicio de la jornada. Y al día siguiente, una jornada similar le espera, esta vez en la Línea Noroeste.

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